Los republicanos piden que Biden se someta a una prueba cognitiva y ponen en entredicho su salud mental
El exdoctor de la Casa Blanca y congresista cuestiona públicamente la salud mental del residente
En una carta firmada por 13 legisladores republicanos, exponen el “declive mental” y el “olvido” del presidente
En la misiva piden que el líder demócrata se someta de inmediato a un chequeo y que este se haga público
La salud y la destreza mental del presidente Joe Biden han sido debatidas y cuestionadas como una constante desde que comenzó la campaña preelectoral como aspirante a la Casa Blanca. Sus repetidos lapsus y confusiones han hecho que el líder demócrata, a sus 78 años, se enfrente a las interrogantes de medios de comunicación y redes sociales que ponen en entredicho su capacidad mental, así como la energía y la fuerza que un mandatario necesita para ocupar un puesto de tal responsabilidad y magnitud.
Durante la carrera presidencial de 2020, su presunto deterioro cognitivo fue, de hecho, uno de los argumentos más recurrentes de su rival, Donald Trump, quien apodaba a su oponente: “Sleepy Joe” (“Joe el dormilón”), en tono de burla.
MÁS
No obstante, y a pesar de los deslices que ha tenido que sortear públicamente, Joe Biden siempre ha asegurado encontrarse en plena forma de sus facultades. Así lo corroboraba un informe médico de 2019 elaborado por su doctor personal desde que Biden trabajó en la Administración de Obama, Kevin O´Connor, y que calificaba al exvicepresidente como “un hombre sano y vigoroso” en condiciones de “ejecutar con éxito los deberes de la presidencia”.
Un año y medio después de aquel examen médico, Ronny Jackson, congresista y anteriormente doctor en la Casa Blanca con Obama y Trump, ha pedido que Biden se someta a una prueba cognitiva para demostrar que es capaz de liderar el país. La petición, que hizo pública en un programa de televisión, va acompañada de una carta firmada por 13 legisladores republicanos.
“No podemos quedarnos así por más tiempo. (Biden) no es, física ni mentalmente, apto para ser nuestro presidente en este momento", declaraba Jackson al presentador de la FOX.
“Necesitamos saber que podemos confiar en nuestro presidente, y necesitamos saber que él está a cargo de lo que está sucediendo y que nadie está moviendo los hilos detrás de escena”, especuló tras asegurar que la actuación del presidente durante su reciente primera gira internacional, había sido “vergonzosa”.
"Transparencia para el pueblo estadounidense"
En la misiva dirigida a Biden, a su médico primario O´Connor, y al asesor médico en jefe de la Casa Blanca, el Dr. Anthony Fauci, pide al presidente que comparta los resultados con la nación porque “el pueblo estadounidense merece tener absoluta confianza en su presidente" así como “transparencia sobre el estado mental de su máximo líder electo”.
En la reclamación se citan también varios ejemplos de posibles lapsus de memoria, como cuando Biden olvidó aparentemente el nombre de su Secretario de Defensa; sus supuestos errores de fechas sobre un viaje en la red estatal de trenes Amtrak y la muerte de su madre, o el momento en el que aparentemente se quedó en blanco al citar el comienzo de la Declaración de Independencia de Estados Unidos.
“Desafortunadamente, su declive mental y sus olvidos se han vuelto más evidentes en los últimos 18 meses”, continúa el legislador republicano que ha sido señalado en ocasiones como un doctor con diagnósticos partidistas. Jackson alienta al presidente a que “siga el ejemplo del exmandatario Trump”, a quien, en su día, él mismo calificó como una persona con “unos genes increíblemente buenos”.
Los errores y traspiés de Biden
Los momentos de confusión o despiste de Biden se han difundido en las redes sociales infinidad de veces, acompañados de innumerables memes y críticas que se mofan del presidente estadounidense. El último percance tuvo lugar durante su encuentro con Vladimir Putin, cuando en pleno discurso en la cumbre de Ginebra, al mencionar el nombre de su homólogo ruso se equivoca comenzando a pronunciar el de Trump para rectificar inmediatamente y decir Putin.
Un episodio similar se produjo hace dos meses, cuando Biden anunció que pretendía reunirse en un encuentro personal con el presidente de Rusia, el demócrata confundió el apellido del mandatario ruso. En vez de decir Putin, dijo “Clutin”, aunque lo corrigió rápidamente.
Estos lapsus involuntarios se suman al cometido en marzo, cuando llamó presidenta a la vicepresidenta Kamala Harris, o cuando en septiembre de 2020, antes de las elecciones presidenciales, Biden declaró que 200 millones de personas en Estados Unidos morirían de Covid-19, aunque luego se aclaró que a lo que se refería en ese momento, era a que 200.000 estadounidenses habían sido víctimas mortales del coronavirus.
Su tropiezo al subir las escaleras del Air Force One, también ha sido reproducido infinidad de veces en las redes, al igual que los 15 escasos segundos en los que se quedó dormido durante un encuentro virtual con Hillary Clinton cuando la exsecretaria de Estado daba su apoyo públicamente al entonces candidato a la presidencia.
Cualquiera de estos errores tal vez no tendría mayor importancia si sucedieran de manera aislada, en cuyo caso, posiblemente estarían lejos del foco de discusión; pero en su conjunto, podrían forman un patrón que plantea dudas a los defensores del presidente, pero sobre todo, a su detractores.
Dos aneurismas cerebrales
Biden, que en su niñez fue tartamudo, sobrevivió en la década de los 80 a dos aneurismas cerebrales que hicieron temer por su vida. Los últimos comentarios médicos en este sentido exponen que el líder demócrata toma anticoagulantes y medicamentos para el reflujo ácido, el colesterol y las alergias estacionales. Al septuagenario presidente también le han extirpado la vesícula biliar y en los últimos años se le ha tratado de forma preventiva por pólipos no cancerosos y abrasiones cutáneas.
Su médico primario, O´Connor, argumenta que la buena salud de Biden se puede atribuir a su decisión de no fumar, no consumir alcohol y al compromiso de hacer ejercicio "al menos cinco días a la semana".
La Casa Blanca no ha hecho comentarios, por ahora, a la petición del congresista Jackson y sus compañeros de partido. Sin embargo, un portavoz sí que lo hizo en mayo cuando anunció que el presidente tiene previsto “hacerse un chequeo a finales de año” y que “los resultados se darán a conocer al público”.