El Ministerio de Defensa ruso ha desmentido este domingo que sus fuerzas hayan cometido crímenes de guerradurante su ocupación de la ciudad de Bucha, cerca de la capital, Kiev.
En un comunicado recogido por TASS, el Ministerio asegura que, durante el tiempo que Bucha estuvo bajo el control de las Fuerzas Armadas Rusas, "ni un solo residente local sufrió acciones violentas".
El Ministerio asegura que "todas las unidades rusas abandonaron por completo Bucha el 30 de marzo" tras varios días de bombardeos de las fuerzas ucranianas. Asimismo, Moscú recuerda que, un día después de la retirada, el alcalde de Bucha "confirmó que no había militares rusos en la ciudad sin mencionar nunca la existencia de residentes acribillados en las calles".
La ciudad, bajo control ahora de las fuerzas ucranianas, se ha convertido en el escenario de una posible investigación internacional por crímenes de guerra tras la aparición de imágenes que muestran a civiles ejecutados en sus calles.
El Ministerio asegura a este respecto que "todas las fotos y secuencias de vídeos" sobre la existencia de cadáveres en la ciudad no son más que una "puesta en escena del régimen de Kiev para los medios occidentales" y que todas estas "pruebas de delitos" han aparecido días después, con la llegada a la ciudad de la prensa.
Estas declaraciones rebaten las acusaciones formuladas por el Gobierno ucraniano, comenzando por el ministro de Exteriores, Dimitro Kuleba, quien ha estimado que "cientos" de personas han sido "masacradas" tanto en la ciudad como en otras zonas aledañas a Kiev de las que el Ejército ruso se ha retirado para centrar su ofensiva en el este del país.
Después de Kuleba, la Unión Europea, Estados Unidos al unísono lo que han descrito como un "crimen de guerra" y solicitado una investigación del Tribunal Penal Internacional o de la Corte Internacional de Justicia.