Este sábado se cumplen 45 días de la invasión rusa en Ucrania y seguimos siendo testigos prácticamente a diario del horror de la guerra. Tras el brutal e indiscriminado ataque que dejó medio centenar de muertos en la estación de tren de Kramatorsk, este sábado las tropas rusas siguen cercando Mikolaiv y la ciudad portuaria de Odessa.
En Mykolaiv, puerta al mar negro, son muy visibles los daños por los bombardeos. Allí, en los alrededores del aeropuerto, todo es destrucción por las bombas rusas. Mientras, en Odessa, se ha impuesto un toque de queda desde hoy a las nueve de la noche hasta el lunes a las seis de la mañana debido a las nuevas amenazas de ataques con misiles. Este mismo sábado ya ha sido bombardeada, aunque según las autoridades todo está bajo control.
La de Kramatorsk es la última matanza de civiles documentada hasta la fecha de la que Rusia niega su autoría. Su ministro de Defensa dice que se ha llevado a cabo con misiles Tochka, de origen soviético, que solo usa, afirma, el ejército de Ucrania. Mientras, Kiev señala a Moscú y el mensaje en ruso "por nuestros niños" en uno de los proyectiles.
El presidente Volodímir Zelenski ha pedido a la comunidad internacional una respuesta global firme a este "crimen de guerra". La fiscal general ucraniana asegura que hay más de 4.000 procesos abiertos.