El horror de los rohingyas: mujeres torturadas y violadas en Birmania
Con el horror reflejado en sus miradas, dos mujeres torturadas y violadas por el simple hecho de ser rohingyas recuerdan el infierno que han vivido en Birmania. "Llegaron varios soldados, uno me agarró de la mano y me arrastró detrás de unos árboles. Me tiró al suelo y empezó a violarme. Comencé a gritar con todas mis fuerzas, pero vino otro soldado y me apuntó con un arma", relata una de las mujeres que no se atreve a revelar su nombre.
Su historia es un ejemplo más de las atrocidades cometidas en su país a los más de 580.000 musulmanes de esta etnia que ha huido ya a Bangladesh. Escapan de una muerte segura, las mujeres son violadas, los hombres asesinados y las aldeas incendiadas. Formando una columna infinita recorren un largo camino a pie por estas tierras pantanosas del río Naf, hambrientos y cargados con lo poco que les queda.
Huyen de una auténtica limpieza étnica, en palabras del alto comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, donde todavía están valorando si lo que le están haciendo en Birmania a los rohingyas es o no un genocidio.
Mientras tanto, 15.000 de ellos están atrapados en la frontera, según ACNUR. Están en tierra de nadie en estos asentamientos donde malviven hacinados. Bangladesh les impide la entrada en el país porque está planeando construir un enorme campamento de refugiados para 800 mil rohingyas. Sería asentamiento hasta ahora más grande del planeta, de esta una guerra oculta a la que el mundo está mirando para otro lado.