Una adolescente de la Escuela Secundaria Dimond de Anchorange (Alaska, EEUU) fue descalificada de una competición de natación en la que ganó el pasado viernes, 6 de septiembre, porque su traje de baño "enseñaba demasiado".

La decisión tomada ha generado un intenso debate entre la comunidad de natación y buceo de Alaska que es apoyada por algunos padres que consideran inapropiados esos trajes de baño. No obstante, todas las chicas de su escuela utilizaron el mismo traje, ya que fue elegido por la escuela, y sólo fue descalificada ella por violación de uniforme.

Annette Rohde, jueza de la competencia afirmó a Anchorage Daily News que: el traje de la joven "estaba tan arriba que podía ver una nalga tocando a la otra". La entrenadora de la chica, Laura Langford defendió que: "En un mundo donde a las jóvenes se les dice a cada momento que el lugar en el que están no son lo suficientemente buenas por miles de razones, la última cosa que necesitan hacer en competencias es escuchar este tipo de comentarios. Si no te gusta como se ve un traje de baño en el cuerpo de esa chica, entonces no mires; ellas son menores, niñas, y nadie debería estar mirándolas de ninguna otra manera".

Langford también señaló que además de sexismo podría tratarse de un caso de racismo puesto que la joven es una de las pocas competidoras negras con unos "rasgos más redondos y curvilíneos". La entrenadora declaró al Washington Post que los trajes de baño se suelen subir de forma involuntaria en natación, incluso este hecho tiene un nombre concreto: el 'suit wedgie'. "Si están en el agua no piensas en eso", añade la entrenadora, para ella los nadadores se concentran en cruzar la línea de meta los primeros y no en su ropa.

La Federación Nacional de Secundarias, el órgano que rige las competencias atléticas en Alaska, estipula en su código de vestimenta que las nadadoras deben cubrir sus traseros y senos. Sin embargo, la entrenadora ha señalado que la misma Federación que también avisó del cumplimiento de los trajes de baño masculinos en agosto, a pesar de haberse dado casos de jóvenes incumpliendo dichas normas, la Federación no los ha descalificado.

La adolescente a la que le retiraron su victoria la noche del viernes normalmente es "dura como las piedras" pero esa noche tenía los ojos llorosos y estaba decepcionada acerca de que le acusasen de subirse a propósito el traje de baño con fines sexuales mientras ella lo que quería era ganar la carrera.