El caballeroso e insólito gesto de un miitante del movimiento Black Lives Matter que rescató y cargó sobre sus hombros a un manifestante de extrema derecha herido durante las protestas contra el racismo en Londres que derivaron este sábado en enfrentamientos con la policía y grupos rivales, no ha pasado desapercibido en las redes sociales.

El episodio ocurrió durante los disturbios en la estación de Waterloo de la capital británica, después que militantes de la ultraderechista Liga de Defensa Inglesa (EDL) se agruparan cerca del Parlamento en torno a estatuas como la de Churchill para protegerlas, en un ambiente de tensión que derivó en agresiones contra agentes de policía, que a su vez reaccionaron enérgicamente. Unas 100 personas fueron detenidas en los incidentes.

En uno de los choques quedó herido un hombre identificado como un manifestante de extrema derecha, que fue trasladado a un lugar seguro por los manifestantes de Black Lives Matter. Las imágenes muestran a un hombre de raza negra que le levanta y lleva sobre sus hombros a un lugar seguro, flanqueado por la policía con equipo antidisturbios. Según algunas fuentes, fue golpeado por algunos manifestantes antes de que otros militantes intervinieran para protegerle.

Patrick Hutchinson afirmó en sus redes sociales que fue él la persona que ayudó al manifestante de extrema derecha. “Hemos salvado una vida hoy”, escribió. Junto con el hashtag #BlackLivesMatter, el hombre, padre de dos hijos y abuelo, se refirió a las protestas y aseguró que “no es negro contra blanco, es todo el mundo contra los racistas". "Nos apoyábamos mutuamente y protegíamos a los que nos necesitaban”, agregó.

Hutchinson, quien se describe como un entrenador personal calificado y entrenador de atletismo, adjuntó cuatro fotos a la publicación en las redes sociales, incluyendo una de él con el hombre y un selfie de él con un amigo. En una entrevista con Channel 4 News señaló que "si los tres policías que se quedaron quietos cuando George Floyd fue asesinado hubieran pensado en intervenir y evitar que su colega hiciera lo que estaba haciendo, como hicimos nosotros, George Floyd estaría vivo hoy todavía”. “Solo quiero igualdad para todos nosotros. Por ahora la balanza está injustamente desequilibrada y quiero que las cosas sean justas para mis hijos y mis nietos”, añadió.

Miles de personas volvieron a las calles este fin de semana en varias ciudades europeas, convocadas por grupos que pretenden denunciar la violencia policial y el racismo tras la conmoción causada por la muerte del estadounidense George Floyd, un hombre negro asfixiado por un policía blanco el 25 de mayo en la ciudad estadounidense de Minneapolis. La muerte de Floyd ha provocado indignación mundial y la movilización de grupos antirracistas y de izquierda, que aprovecharon para ampliar las demandas y atacar estatuas y símbolos históricos.

Centenares de personas secundaron en el centro de Londres la llamada a seguir con las protestas. En las últimas manifestaciones, activistas derribaron estatuas o las pintaron con graffitis, como la dedicada al ex primer ministro Winston Churchill, el líder que dirigió las riendas del país durante la II Guerra Mundial, pero cuyo papel en la época colonial británica, a principios del siglo XX, es ahora denunciado por los movimientos más radicales.