Boris Johnson echará mano de los militares para que conduzcan los camiones y ayuden a paliar el desabastecimiento de combustible que ha provocado restricciones en la venta, el cierre de gasolineras y el aumento de los precios. En los últimos días se han producidos peleas, caos y colas interminables en los centros de repostaje.
"La industria petrolera espera que la demanda vuelva a sus niveles normales en los próximos días, pero hemos tomado esta medida como precaución", ha explicado el ministro de Negocios, Kwasi Kwarteng, citado por la cadena Sky News.
El ministro británico ha asegurado que cuentan con fuentes de suministro suficientes y "si es necesario, los militares proporcionarán una capacidad adicional a la cadena de suministro" como medida provisional para rebajar la presión causada por los "picos de demanda" y tras cuarto día de crisis del combustible.
El ministro de Transportes, Grant Shapps, ha autorizado una prórroga de los carnés ADR que permite a los conductores de camiones convencionales el transporte de mercancías especiales, como el combustible.
Reino Unido vive su cuarto día de crisis de desabastecimiento de las gasolineras, muchas han cerrado, otras han subido los precios y en las que hay combustible las colas son interminables.
Pese a las previsiones de la industria, la demanda no ha cesado este lunes y desde el Gobierno, que no mencionan el Brexit como causa de la crisis, instan a comprar combustible con normalidad. "Hay mucho combustible en las refinerías de Reino Unido y estamos trabajando estrechamente con el Gobierno para garantizar la disponibilidad del combustible", han apuntado.
La crisis estalló la semana pasada tras conocerse la noticia de que varias gasolineras no habían tenido suministro debido a la falta de conductores, lo que desencadenó una fiebre de compras y colas de más de una hora para repostar con atascos bloqueando vías importantes. En respuesta, han cerrado gasolineras y otras limitan a 30 libras el repostaje.