La reina de Inglaterra y las anécdotas más jugosas de sus encuentros con 13 presidentes de Estados Unidos
Isabell II ha visto desfilar ante sí a 12 presidentes de EE.UU. antes de su reunión con Biden este domingo
En siete décadas de reinado ha tenido que desplegar grandes dotes diplomáticas en un mundo cambiante
Como soberana, ha conocido a 13 presidentes de Estados Unidos
Ante la mirada de la monarca más longeva ha desfilado la historia con mayúsculas de los últimos tiempos. La reina de Inglaterra, a sus 95 años y a punto de cumplir 70 en el trono, acumula récords. Uno de ellos, el extenso número de presidentes de Estados Unidos a los que ha conocido. Este domingo recibe a Joe Biden. Antes, ya mantuvo relación con otros 12 mandatarios estadounidenses. Biden será el decimotercero. En esta ocasión, y por primera vez, Isabel II acude a la cita viuda, tras el fallecimiento de su esposo Felipe, el duque de Edimburgo, el pasado 9 de abril.
En estas siete décadas de reinado ha tenido que desplegar grandes dotes diplomáticas en un mundo cambiante y en el que la relación entre Reino Unido y Estados Unidos siempre ha sido clave. Desde Harry Truman a Donald Trump, pasando por Kennedy, Nixon o Reagan. En el Palacio de Buckingham, en la Casa Blanca o hasta en un partido de beisbol en Baltimore. ¿Cómo ha sido la relación entre Isabel II y los hombres más poderosos del mundo? ¿Quién fue, por ejemplo, el mandatario que quiso emparejar a su hija con el príncipe Carlos? ¿O el que se saltó el protocolo dando un beso en los labios a la reina madre?
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La reina y los hombres más poderosos del mundo
Harry Truman (que gobernó entre 1945 y 1953) fue el primero. Isabel II le conoció cuando aún era princesa. Corría el año 1951 cuando viajó a Washington para reunirse con el mandatario estadounidense. "Esperemos que cuando os vayáis le gustemos incluso más que antes de venir", le dijo él al recibirla junto al príncipe Felipe. "Los hombres libres de todas partes miran hacia Estados Unidos con afecto y esperanza", afirmó ella.
Fue el presidente Dwight Eisenhower quien la recibió en su primera visita al país como reina. Cuentan que mantuvieron una estrecha amistad y contacto por carta durante años. Isabel II, incluso, le habría revelado su receta de bollos a la parrilla, según BBC América.
La reina también resultó tocada por el aura de los Kennedy. El presidente John F. y su esposa Jacqueline Kennedy realizaron una gira que les llevó a Reino Unido en el verano de 1961. Isabel II les recibió en el Palacio de Buckingham. Se ha contado que se sintió eclipsada por la fascinación que despertaba la primera dama estadounidense.
La monarca y el presidente Kennedy mantuvieron correspondencia hasta el asesinato de este en 1963. Tras el magnicidio, ella impulsó un monumento y un fondo de becas en su honor.
Al sucesor de Kennedy, Lyndon B. Johnson, fue al único presidente estadounidense que Isabel II no llegó a conocer.
Más tarde, con el presidente Richard Nixon, sí se reunió varias veces. El mandatario incluso intentó emparejar a su hija Tricia (24 años) con el hijo mayor de la reina, el príncipe Carlos (que entonces tenía 21). El periodista y biógrafo real Anthony Holden contaba como Nixon se empeñaba en sentar a su hija junto al príncipe y en dejarla a solas con él. En 1970, durante una visita de Carlos a la Casa Blanca, les dijo a los jóvenes: "Mi mujer y yo nos iremos de modo que puedan tener ustedes la intimidad necesaria".
"Fue bastante divertido, debo decir", desveló el propio príncipe de Gales a un periodista de CNN hace varios años. "Ese fue el momento en que intentaron casarme con Tricia Nixon", afirmó.
Gerald Ford dio una cena de Estado en la Casa Blanca -en 1976- para Isabel II y el duque de Edimburgo con un baile para la historia: el del presidente estadounidense y la reina. Hubo varias anécdotas. Cuando los Ford llevaron a la monarca y al príncipe a la residencia antes de la cena se encontraron a su hijo Jack, de 24 años, en vaqueros y camiseta. Ante la incomodidad de la primera dama, la reina la tranquilizó: "No te preocupes, Betty, yo también tengo uno de esos en casa", le dijo.
Pero fue el presidente Jimmy Carter quien -en 1977- se saltó el protocolo a lo grande con una gran metedura de pata: besó a la Reina Madre en los labios. Un gesto que dejó en shock a la monarquía británica. "Nadie había hecho eso desde la muerte de mi marido", dijo la Reina Madre. Carter había sido invitado en 1977 al Palacio de Buckingham y había viajado al país para asistir a una cumbre de la OTAN.
Isabel II tuvo una estrecha relación con Ronald Reagan, con quien compartía la pasión por la equitación. También tenía buena relación con la primera dama, Nancy, tal y como escribió esta en su libro de memorias My turn (Mi turno). La reina llegó a visitar su rancho familiar en 1983 para montar a caballo. En 1989, otorgó a Reagan el título de Caballero honorífico del Imperio Británico, en reconocimiento a su ayuda en la guerra de las Malvinas.
El presidente George H.W. Bush, gran apasionado del beisbol, llevó a Isabel II y al príncipe Felipe a un partido de los Baltimore Orioles contra los Oakland Athletics en 1991. Era la primera vez que la monarca asistía a un partido de béisbol. Tras la muerte de Bush, en 2018, Isabel II difundió un mensaje en el que se refería a él como "gran amigo y aliado del Reino Unido". El príncipe Carlos asistió al funeral en representación de la familia real.
Bill Clinton escribió en sus memorias -Mi vida- que la reina de Inglaterra le "impresionó como alguien que, de no ser por las circunstancias de su nacimiento, podría haberse convertido en una exitosa política o diplomática. Tal y como estaban las cosas, tenía que ser ambas sin que pareciera ser ninguna de las dos".
El 2007, el presidente George W. Bush recibió con toda la pompa y boato a la monarca en la Casa Blanca. La anécdota la protagonizó el mandatario con un error en su discurso al referirse a la celebración del bicentenario de Estados Unidos en 1776, en lugar de 1976. Bush bromeó sobre ello al afirmar sobre la reina: "Acaba de lanzarme una mirada como sólo una madre puede lanzársela a su hijo".
En 2009, el presidente Barack Obama le regaló a Isabel II un iPod con imágeneshistóricas de sus viajes a Estados Unidos desde la década de 1950. La polémica surgió por un gesto de Michelle Obama que habría roto el protocolo. La primera dama pasó su brazo cariñosamente sobre la espalda de la reina. Un portavoz del Palacio de Buckingham afirmó a The Times que "se trató de una mutua y espontánea muestra de cariño y aprecio entre la reina y Michelle Obama".
Las que dieron mucho que hablar fueron las rupturas de protocolo del presidente Donald Trump durante su visita al castillo de Windsor para tomar el té con la reina. La puntualidad británica brilló por su ausencia. La hizo esperar. A ella se la vio mirando el reloj y él llegó diez minutos tarde. Después, ni el presidente ni la primera dama, Melania, realizaron el saludo protocolario; él directamente dio la mano a la reina. También fue criticado por caminar delante de la monarca mientras pasaban lista a la guardia real.