El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el ministro de Sanidad, Yuli Edelstein, han solicitado que el país entre en estado de cierre total durante dos semanas ante el repunte de casos de coronavirus, que han superado los 6.000 contagios diarios.
"Dado del aumento significativo y alarmante de la tasa de positivos y el número de pacientes graves, el ministro de Salud, Yuli Edelstein, tiene la intención de proponer una resolución para un confinamiento total durante dos semanas", según un comunicado del Ministerio de Sanidad este domingo.
De acuerdo con el comunicado, la propuesta se centra en imponer un "cierre ajustado y breve que permitirá una rápida reapertura de la economía".
Edelstein exige el cierre completo de las escuelas (que actualmente funcionan con normalidad) y más limitaciones en las empresas.
Por contra, el director general del Ministerio de Sanidad, Hezi Levy, considera que el bloqueo nacional actual probablemente sea ineficaz y su oficina recomendará al Gobierno que imponga restricciones adicionales en las escuelas, los lugares de trabajo y el tráfico en los próximos días.
"Estamos viendo que la tasa de infección se dispara y se duplica. Mientras tanto, el número de pacientes en estado grave en las salas de coronavirus del país se ha duplicado en menos de 10 días", ha explicado Levi a Yedioth Aharonoth.
"Un cierre un poco más estricto será algo más doloroso, pero reducirá la tasa de infección a niveles que creemos que son manejables", ha señalado Levi. "Al mismo tiempo, continuaremos con la campaña de vacunación", ha añadido.
Más de un millón de personas han sido ya vacunadas contra el coronavirus en Israel, que cuenta en total con 9 millones de habitantes, por lo que lidera así la clasificación por porcentaje de población vacunada, un 11,55 por ciento.
Por detrás, a mucha distancia, están Bahréin, con un 3,49 por ciento de población vacunada, y Reino Unido, que llega al 1,47 por ciento, según los datos recopilados por el portal Our World in Data, vinculado a la Universidad de Oxford.