Un hombre británico, identificado como Christopher Easey, mató a golpes a su hija de tan solo 14 semanas después de haberla alimentado con pastel de queso y crema pastelera. La pequeña Eleanor falleció en Norfolk, Inglaterra, a causa de las 31 fracturas que le provocó su padre en el cuerpo y la cabeza, según los informes. El agresor intentó afirmar que había sido resultado de un frenazo repentino con ella en el vehículo.
Los hechos ocurrieron en diciembre de 2019, cuando la pequeña Eleanor fue hallada inconsciente y trasladada de urgencia al Hospital Universitario de Norfolk y Norwich, para posteriormente ser hospitalizada en Hospital Addenbrooke de Cambridge, donde una tomografía computarizada mostró lesiones catastróficas en la cabeza y sangrado reciente entre el cráneo y el cerebro, según 'Daily Star'.
Las autoridades tumbaron la afirmación del padre de tratarse de un accidente tras una investigación. Se determinó que no había evidencia de una parada de emergencia con el vehículo o un choque contra otro, por lo que el jurado del Tribunal de la Corona de Norwich ha encontrado culpable a Christopher de homicidio involuntario y negligencia. También se ha escuchado en la sala cómo la madre de la niña, Carly Easey, de 36 años, ocultó su embarazo y dejó a su recién nacido en cuidados intensivos durante las primeras semanas de su vida.
Varias personas que conocían el entorno de la pequeña han asegurado ante la corte que Eleanor fue alimentada con pastel de queso y crema pastelera en lugar de leche cuando apenas tenía días de vida. Además, los padres habrían dejado sola en casa a la recién nacida en varias ocasiones. La pequeña, cuando fue hallada inconsciente hace tres años, mostraba signos de desnutrición. Los expertos apuntan a que las fracturas mortales fueron causadas por una secuencia de golpes o un impacto en la cabeza.
La muerte de la bebé ha despertado gran consternación en la zona. Dos funcionarios de salud, meses antes de hallar inconsciente a la bebé, notaron que presentaba moratones y rasguños en la cara, pero Carly dijo que se debían a un asiento del coche que no se ajustaba bien. Llegó a afirmar que los rasguños se los había autoinfligido la menor.
Los padres de Eleanor fueron detenidos en octubre de 2019 bajo sospecha de agresión con lesiones graves tras la muerte de la bebé. No obstante, la autopsia determinó un nuevo arresto posterior bajo sospecha de asesinato en enero de 2020. La evidencia, sin embargo, mostró que la madre no estaba en el lugar de los hechos cuando la bebé sufrió la lesión cerebral fatal, por lo que retiraron los cargos de asesinato contra ella.
Pero Carly sí ha sido declarada culpable de un cargo de negligencia. La pareja será sentenciada el próximo 29 de abril, según los informes. "Mis pensamientos, como lo han estado en esta investigación y siempre, están con la pequeña Eleanor", ha apuntado el líder de la investigación policial, el inspector Lewis Craske.
"Tenía solo 14 semanas cuando murió, pero tenía 31 fracturas en su frágil cuerpo y tres hemorragias en el cerebro. Los padres de Eleanor, las mismas personas que deberían haberla protegido y amado por encima de todo y de todos los demás, le fallaron en una escala inimaginable desde el momento en que nació", sentenció el mandatario.