Luke Morgan, de 26 años, y Emma Cole, de 22, han sido declarados culpables del fallecimiento de su hijo de dos meses de edad, Tyler. El pequeño murió por asfixia en Burntwood, Inglaterra, según informa The Sun.
El fiscal Andrew Smith informó que Tyler colapsó debido a que fue asfixiado intencionalmente o se le comprimió el pecho, hecho que sucedió cuando estaba con sus padres. Además, los vecinos aseguran que escucharon una gran pelea la misma noche en que se produjo la muerte del pequeño. Según sus testimonios, Morgan discutía con su mujer porque el llanto de su hijo le impedía tener relaciones sexuales con su pareja, que no quería acostarse con él hasta que el niño estuviese dormido.
La pareja había negado la participación en la muerte de su hijo, y afirmaron que tras acostarle, acudieron a darle un beso de buenas noches y lo notaron muy frío y pálido, y llamaron a los servicios de emergencia.
Pero el jurado decretó que se había producido un retraso bastante "significativo" a la hora de ponerse en contacto con los servicios de emergencia después del colapso del bebé, el pasado 29 de abril de 2014. Además el bebé tenía varias fracturas en las costillas y una marca de una mordedura humana en su brazo.
Morgan ha sido condenado a ocho años de prisión y Cole a cinco años.