A partir de esta semana, los policías de Nueva York podrán pedir ayuda psicológica gratuita y de manera anónima
En los últimos meses, 10 policías de Nueva York se han quitado la vida, el último tenía tan solo 33 años
Los agentes no piden ayuda por miedo a perder su arma reglamentaria y el pago de las horas extra
FINEST CARE es el nuevo programa que permitirá pedir ayuda psicológica manteniendo el anonimato
No hay nada más duro para un policía que responder a un aviso en el que la víctima es un compañero. Y es peor aún si este compañero se ha suicidado. En los últimos meses, al menos 10 policías se han quitado la vida en la ciudad de Nueva York. El último, un joven de tan solo 33 años que había servido como miembro de los Marines de EE. UU. en Irak.
El por qué decidió este agente acabar con todo, no ha trascendido. Pero la víctima anterior, Roberto Echevarría, se suicidó ahogado por las deudas, dijo su hermana. El agente Michael Caddy lo hizo días antes porque su matrimonio no iba bien. Los motivos son varios, pero hay un común denominador en la muerte de estos agentes: ninguno quiso pedir ayuda y todos tenían acceso a un arma que usaron para acabar con su vida.
Un policía recibe constante entrenamiento para proteger su cuerpo, pero no su mente.
¨El acceso a las armas de fuego generalmente se asocia con un mayor riesgo de suicidio¨ nos explica la doctora Sandra B. Morissette, profesora y directora del Departamento de Psicología de la Universidad de Texas. ¨Además, cuando hay armas de fuego disponibles, una persona, incluido un agente de la ley, puede elegir este método en lugar de otro medio para suicidarse, y los que intentan suicidarse con un arma de fuego tienen más probabilidades de cumplir su objetivo¨.
El tener la pistola siempre a mano es uno de los factores de riesgo que se encuentra detrás del suicidio de agentes de la policía, pero desde luego, no el único. En la mayoría de los casos ocurridos hasta ahora, los agentes formaban parte de grupos de actuación, que en su día a día, ven de todo. ¨Piensen el estrés que soportan todos los días, el trauma acumulativo que experimentan: van a tiroteos y escenas de asesinatos, entrevistas a víctimas de agresión sexual, y no siempre cuentan con una salida para hablar de eso¨, ha explicado James O´Neill, el máximo jefe del NYPD (Departamento de la Policía de Nueva York, por sus siglas en inglés).
A esto hay que sumarle los problemas personales que cada uno pueda tener en su casa. Si juntamos todo, lo primero que recomendaríamos a esa persona es que visite a un especialista, pero para los uniformados, ésta, es la última opción.
Si alguien se entera pierdo mi arma reglamentaria y las horas extra
Eileen Echevarría le ofreció a su hermano $5,000 (4.484 euros) para ir a un psiquiatra privado, ¨él me dijo que no podía ir porque lo pondrían en el escuadrón de armas de goma. Lo averiguarán, me dijo, estoy bien¨. Días después, el agente Robert Echevarría se quitaba la vida.
Policías como él mantienen en secreto sus problemas mentales por miedo a perder su arma reglamentaria y ser destinados a trabajos de oficina, donde además suelen perder el pago de horas extra. A esto hay que sumarle, que, al menos en el estado de Nueva York, si una persona utiliza su seguro médico privado para visitar a un especialista, esta información no es confidencial. Es decir, en caso de ser solicitada por la empresa, el médico debe entregar el expediente. La alternativa es pagar este especialista con dinero en efectivo, pero no todo el mundo tiene acceso a esta opción. Una visita de 50 minutos ronda los $300 (269 euros).
Nuevo programa de ayuda a los policías neoyorquinos
Por todo ello, ahora, el departamento de policía de Nueva York (NYPD) en colaboración con el New York Presbyterian Hospital ofrecerá ayuda gratuita y confidencial a los uniformados. El programa FINEST CARE acaba de arrancar esta misma semana y costará 1.2 millones de dólares al NYPD. ¨Históricamente, los miembros de la policía han sido reacios a buscar ayuda, viéndose a si mismos como proveedores, no como receptores, de ayuda. Este programa puede romper ese ciclo y proporcionar mejor atención disponible para oficiales de nuestra ciudad¨, ha remarcado el Dr. Steven Corwin, presidente y CEO del Hospital.
Muchos cuestionan esta medida, ya que permitirá a los agentes mantener su problema oculto y seguir portando un arma. Por eso, desde NYPD han explicado a NIUS que también se están creando programas de prevención, reclutando voluntarios en los niveles de dirección ¨ para recibir capacitación sobre conciencia de salud mental y brindar apoyo y asistencia a los miembros de su comando. Ellos escucharán, apoyarán, recomendarán y ayudarán a todos los miembros del servicio¨.
Una tendencia generalizada
En Estados Unidos, 188 policías se suicidaron el pasado año, una cifra que supera el número de agentes fallecidos en la línea de fuego. En lo que llevamos de 2019, 169 agentes se han quitado la vida. Desgraciadamente, no es un problema exclusivo de EE. UU. Francia, por ejemplo, se enfrenta a una situación similar. Desde enero hasta la fecha, 64 policías se han suicidado. En España las cifras son mejores, pero aún así, preocupantes: según datos del Ministerio del Interior, entre el año 2014 y 2018, 50 policías y 57 guardias civiles acabaron con su vida.