Dos policías de California comenzaron una persecución contra un sospechoso, que pensaban que estaba armado. Los agentes no dudaron en disparar desde el coche patrulla al individuo, por la ventanilla, e incluso, dispararon a través del parabrisas.
El hombre que huía en su coche llevaba una pistola que, finalmente, resultó ser de aire comprimido. Después de meses de investigaciones, y tras hacerse públicas estas imágenes, uno de los agentes ha sido despedido y el otro sancionado por su conducta.