Un oficial de la Policía de Nueva York, de 29 años, se suicidó el pasado viernes convirtiéndose en el tercer oficial que acaba con su vida en apenas dos semanas, según informan medios locales.
El comisionado del Departamento de Policía de Nueva York, James O'Neill, ha confirmado la preocupación que tienen ante esta oleada de suicidios: "No se puede permitir que esto continúe", dijo en un comunicado difundido a través de sus redes sociales. "Los policías pasan gran parte de sus días ayudando a otros. Pero antes de que podamos ayudar a las personas a las que servimos, es imperativo que nos ayudemos a nosotros mismos primero"
O'Neill instó a los oficiales a hablar con alguien y buscar ayuda a través de los recursos del departamento. "Aceptar ayuda nunca es un signo de debilidad, de hecho, es un signo de gran fortaleza", concluyó.
Los otros dos casos de suicidio se había sucedido tan solo unos días antes. El subjefe Steven Silks, de 62 años, fue encontrado muerto el 5 de junio en Queens. El detective de Brooklyn, Joseph Calabrese, de 58 años, fue encontrado muerto en Plumb Beach unos días después.
El jefe de departamento de la policía de Nueva York, Terence Monahan, publicó un video en Twitter donde dijo que las conversaciones sobre salud mental eran "imperativas" cuando los agentes de la ley de todo el país luchan contra el suicidio.