Los disturbios comenzaron en los alrededores de la capital egipcia durante un acto de homenaje a las víctimas de las revueltas populares que condujeron al derrocamiento de Mubarak, en el que participaban unas 850 familias.
Según un comunicado del Ministerio del Interior, un grupo de personas interrumpió el acto, impidiendo la continuidad de la marcha, y lanzó piedras contra los agentes, por lo que estos tuvieron que intervenir con gases lacrimógenos.
De momento, hay siete detenidos por estos hechos. Además, el corresponsal de Reuters en la capital egipcia ha podido comprobar la existencia de varios heridos, la mayoría por inhalación de humo y por cortes en la cabeza.
"La gente está furiosa porque los juicios contra los altos ex funcionarios continúan retrasándose", ha dicho Ahmed Abdel Hamid, uno de los partícipes en estos disturbios. Algunos de ellos también demandaban la dimisión del líder del Consejo Militar que actualmente gobierna el país, Mohamed Hussein Tantawi.
Por su parte, las organizaciones que en las últimas semanas han convocado varias protestas con las mismas reivindicaciones se han desmarcado de estos incidentes, aseverando que no forman parte de ninguna estrategia.