Parece que lamer helados está de moda después de que una mujer de Texas se grabara cogiendo una tarrina del congelador de una tienda para abrir la tapa y lamer el producto, tras lo cual volvió a dejarla en su sitio. Un comportamiento fuertemente castigado por la ley que, sin embargo, no parece asustar a las miles de personas que la están imitando.
Tal es la cantidad de casos que se han dado en Estados Unidos, que los supermercados han optado por una radical decisión: colocar guardias de seguridad extras para vigilar los congeladores. “El único helado de Blue Bell que será lamido en Keller este fin de semana será aquel que sea correctamente comprando. Clark y el oficial Bryans están vigilando”, ha comentado el cuerpo de seguridad de la ciudad de Keller.
Aunque parezca una broma, los supermercados se están tomando muy en serio la seguridad de sus helados, colocando candados en los congeladores o interruptores para que los empleados sean los que den el producto, tal y como han mostrado los usuarios a través de Twitter.
Este tipo de vandalismo se ha convertido en habitual en Estados Unidos. Por ello, las autoridades han advertido que este tipo de comportamiento está fuertemente castigados por las leyes sanitarias y de defensa del consumidor. Las penas pueden ir desde los dos a los 20 años de cárcel. Aunque podría ser peor si llegase a ser considerado un delito federal.