Según este medio, que cita un comunicado de la Unión de Comunidades del Kurdistán (KCK), organización creada por el PKK, la decisión se ha tomado en respuesta a los llamamientos desde dentro y fuera de Turquía. En este sentido, ha dicho que los milicianos del PKK evitarán cualquier acto que impida la celebración de "elecciones justas" el 1 de noviembre.
"Durante este proceso, nuestras fuerzas guerrilleras evitarán realizar acciones previstas, no participarán en actividades al margen de mantener su actual posición y no harán ningún intento de obstaculizar o dañar el ejercicio de unas elecciones justas", reza el comunicado.
Por otra parte, ha reclamado que "las fuerzas democráticas deben manifestar una actitud democrática ante los probables ataques que sufrirá la voluntad de nuestro pueblo por el autogobierno en este proceso".
Asimismo, el PKK ha advertido de que "no será posible alcanzar una paz duradera y la estabilidad en Turquía a menos que todos los grandes problemas del país, la cuestión kurda en primer lugar, sean resueltos".
La orden se produce después de que un doble atentado en el centro de Ankara haya dejado al menos 30 muertos y 126 heridos horas antes de una marcha por la paz.
Turquía vive sumida en una ola de violencia tras quedar rota en julio la tregua entre el Gobierno y el PKK, considerada organización terrorista tanto por la UE como por Estados Unidos.
Cientos de milicianos han muerto en las operaciones y bombardeos del Ejército turco en el sureste del país y en el norte de Irak, mientras que los rebeldes kurdos han matado a decenas de miembros de las fuerzas de seguridad y a algunos civiles en atentados y ataques.