La situación de hambruna que vive la parte sur de Somalia ha empujado a huir a miles de personas y alrededor de 100.000 de ellas han llegado en los últimos dos meses a Mogadiscio, la capital, en busca de alimentos, agua, refugio y todo tipo de asistencia humanitaria básica, según denuncia el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
La portavoz de la agencia, Vivian Tan, ha advertido durante una comparecencia en Ginebra de que "la cifra crece cada día" y durante el mes de julio siguen llegando diariamente alrededor de 1.000 personas a Mogadiscio.
Miles de personas tratan de escapar de la hambruna del sur de Somalia huyendo hacia otras zonas del país o hacia Etiopía y Kenia. La ONU y las distintas agencias de ayuda han solicitado 1.600 millones de dólares con los que asistir a millones de personas tanto en Somalia como en otras áreas del Cuerno de África.
Tan ha lamentado que, debido a la continua llegada de desplazados, la cantidad de ayuda desplegada "no es suficiente para cubrir todas las necesidades", lo que ha causado situaciones de violencia e incluso saqueos.
Varios representantes de ACNUR visitaron el lunes el asentamiento de desplazados de Badbado, situado en Mogadiscio y que acoge a unas 28.000 personas. La agencia ha adelantado que comenzará a distribuir la próxima semana 4.000 lotes de asistencia que pretende hacer llegar a 24.000 personas, si bien ya reparte material para refugio.
Durante este año, ACNUR ya ha distribuido unos 17.000 paquetes de los que se han beneficiado unas 102.000 personas en áreas del centro y sur de Somalia. En las próximas semanas prevé distribuir otros 19.000 lotes extra para 114.000 personas que incluyen mantas, tazas, utensilios de cocina o alimentos, entre otros elementos.
Otros 40.000 paquetes con galletas energéticas, sueros de rehidratación y pastillas potabilizadoras serán repartidos con el objetivo, según cálculos de ACNUR, de ayudar próximamente a 240.000 personas.
Por otra parte, en la vecina Kenia, ACNUR inició el lunes un programa para trasladar a los refugiados que viven en la actualidad a las afueras de los campamentos de Dadaab, uno de los mayores del mundo. La nueva ubicación, una extensión del subcampo de Ifo, tiene capacidad para albergar a 500 familias de cinco miembros. Además, se abrirá un segundo emplazamiento, Kambioos, para ayudar a descongestionar el campamento de Dagaheley.
Los campamentos de Daadab, con una población estimada de 380.000 personas, ha recibido como consecuencia de la violencia, el hambre y la inseguridad en Somalia alrededor de 1.300 refugiados al día. Estos desplazados llegan en un estado de salud "pésimo", deshidratados y desnutridos, especialmente la población infantil.
ACNUR también denuncia el caso de los remotos campamentos de Dollo Ado en Etiopía, donde la situación de desnutrición entre la población representa una seria preocupación para las agencias internacionales. Uno de cada tres niños que llegan allí desde Somalia presenta un estado de desnutrición severo.
En Dollo Ado viven más de 114.000 personas y todos los campamentos de refugiados somalíes en Etiopía suman alrededor de 156.000 habitantes.