Leila Yusubova, una joven ucraniana que cuenta cómo se siente tras cuatro días de guerra
Los ciudadanos ucranianos que se esconden en sus hogares cuentan cómo viven esta pesadilla en el cuarto día de guerra
Muchos de los ciudadanos que se esconden en sus casas improvisan búnkeres o se esconden en las mismas bocas del metro
Los ucranianos piden paz y aseguran que Ucrania no quería ningún tipo de guerra
Vladímir Putin ha anunciado que ha puesto en alerta a las fuerzas rusas de disuasión nuclear por las sanciones y las declaraciones de los países que forman la OTAN. En cualquier caso los ataques continúan y la población sigue intentando huir.
Tras este anuncio la guerra puede entrar en una nueva peligrosa fase: más tensión si cabe en este cuarto día de guerra, de espanto, de horror para cientos de miles, para millones de ucranianos, refugiados en sus casas, en sótanos y refugios o en el metro, en el caso de los que viven en Kiev.
Lo que están pasando los ucranianos que miran la guerra desde su ventana lo resume la joven Leila Yusubova perfectamente. "Pasé la noche de anteayer, en el sótano de la residencia de estudiantes, abrazando a mis amigos esperando nuevos tiros. Pasé la noche de ayer escuchando las sirenas y preparándome para escuchar a bajar al húmedo sótano con mi hermano en cualquier momento", comenta ella misma.
Es de noche cuando Luzmila, se atreve a enseñarnos su búnker lo graba a hurtadillas, con miedo, nunca sola. Está escondida en su bloque, es de la Segunda Guerra Mundial y lo utiliza su familia ahora en pleno siglo XXI. Tras cuatro días de guerra, en Ucrania empieza a escasear todo y se ve las baldas de los supermercados casi vacías.
Los ucranianos solo pueden salir media hora por la mañana y media hora por la tarde. Carlos Eggers Prieto cuenta cómo se vive la situación en suelo ucraniano: "Estamos encerrados en casa, tenemos víveres, tenemos de todo". Por su parte, Ania Tasheva se muestra asustada por los ataques rusos: "Constantemente oímos los sonidos de las explosiones y recibimos los informes sobre los cohetes que caen sobre las casas civiles".
Las bombas caen muy cerca de los hogares de los civiles destrozando todo. Por eso, todos los ucranianos piden paz y aseguran que Ucrania no quería ningún tipo de guerra. Ania Tasheva comenta que ahora la población se encuentra muy unida. Sin embargo, Ania asume que, ahora, se encuentran bajo el peligro de muerte. Un peligro que ellos llevan días viendo muy cerca, desde su hogar.