{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
El primer ministro francés, Jean Castex, ha confirmado que nuestro país vecino se encuentra “en una cuarta ola” y ha informado de que la variante delta es ya la “dominante”. Hoy se han superado los 20.000 contagios, casi todos de no vacunados, y por eso Francia, que está por detrás en la campaña de vacunación respecto a España, quiere impulsar la inoculación de dosis y recrudece las restricciones frente al coronavirus.
En una medida que no pasa desapercibida para nadie en el espacio comunitario europeo, el Gobierno francés ha establecido que a partir de ahora sea obligatorio presentar el certificado de vacunación o una PCR negativa para entrar en cines y museos. Y la idea es que en agosto ocurra lo mismo en bares y restaurantes, algo que recuerda a la medida adoptada en España por Galicia.
A partir de ahora, el pasaporte es imprescindible para disfrutar de actividades y de ocio con más de 50 personas. Ello incluye desde museos y teatros hasta parques de atracciones o monumentos.
El proceso es sencillo: basta con enseñar un código QR a la entrada para acceder, por ejemplo, a la Torre Eiffel.
Allí, a muchos, no obstante, les ha cogido desprevenidos. Por eso, en la propia Torre Eiffel se ofrecen pruebas de antígeno para quienes no dispongan de pasaporte covid.
Del mismo modo, han entrado en vigor las restricciones impuestas sobre determinados eventos deportivos y ferias, según informaciones del diario 'Le Figaro'. Desde el principio de agosto, estas medidas se extenderán a trenes de larga distancia, bares, restaurantes, centros comerciales y hospitales.
El presidente, Emmanuel Macron, ha convocado este mismo miércoles un nuevo consejo de defensa para abordar el avance de la variante delta de la COVID-19".
En paralelo, durante el fin de semana miles de personas han salido a la calle para protestar contra las nuevas medidas del Gobierno, mientras que varios centros de vacunación han sido objeto de actos vandálicos.
La variante continúa su progresión galopante en Francia, mientras en aquellos recintos sometidos al "pase sanitario", los asistentes podrán quitarse la mascarilla.