El Parlamento Europeo ha rechazado este jueves en sesión plenaria la actitud de Marruecos al permitir la llegada a Ceuta de miles de personas, incluidos niños, para “presionar políticamente” a España el pasado mes de mayo. La cámara europea expresó al mismo tiempo su deseo de que la crisis no deteriore la cooperación entre Rabat y Bruselas. Entretanto, desde Rabat no ha habido aún respuesta oficial a lo sucedido en Estrasburgo.
El resultado de la votación fue de 397 votos a favor, 85 en contra y 196 abstenciones. La resolución había sido acordada por los cuatro grupos principales de la Eurocámara: populares, socialistas, liberales y verdes. Dominó en las intervenciones –mayoría de diputados españoles, pertenecientes a PP, PSOE, Ciudadanos, Podemos, Vox, Junts per Catalunya y Bildu- el rechazo a la actitud de las autoridades marroquíes en la crisis ceutí, la solidaridad hacia la ciudad autónoma en particular y España en general y el deseo de que se mantenga la estrecha relación de la UE con el principal socio en la región.
El texto de la resolución rechaza el “uso de los controles fronterizos, la migración y los menores no acompañados” como “presión política” contra un país europeo –en referencia a España- y la “participación de niños, menores no acompañados y familias” en la llegada masiva de personas –casi 10.000- desde Marruecos a la ciudad autónoma.
El diputado socialista español Ignacio Sánchez Amor aseguró en la sesión plenaria que es “inútil intentar que esto se limite a una situación bilateral entre Marruecos y España, eso es no entender la lógica de la Unión”. La comisaria europea de Igualdad, Helena Dalli, insistió en la “plena solidaridad con España” y confió en que “situaciones parecidas no vuelvan a repetirse”.
Por otra parte, este mismo jueves trascendía que la Comisión Europea destinará 10,2 millones de euros –según fuentes de la Secretaría de Estado de Migraciones a EFE- para abordar la situación de crisis creada por la presencia de varios centenares de menores –y dos millares de adultos- en las calles de la ciudad autónoma desde las jornadas del 17 y el 18 de mayo. Nueve de esos millones irán directamente a las autoridades ceutíes.
Por el momento, desde Rabat se guarda silencio. No se ha producido a lo largo de la tarde declaración alguna de las autoridades marroquíes respecto a la votación en Estrasburgo. Solo uno de los digitales más activos y mejor informados en las últimas semanas sobre la crisis bilateral entre España y Marruecos, Medias 24, se lanzaba a analizar las consecuencias de la aprobación de la resolución en la Eurocámara: “En la crisis bilateral que enfrenta a Marruecos y España, los diputados europeos, alarmados por el vecino ibérico, empujados por sus motivaciones inmigracionistas y xenófobas, han creído bueno antagonizar al Reino, el único socio fiable de Europa en la región. Se han equivocado”.
“Su temeraria iniciativa no ha sido aprobada con la mayoría que se deseaba”, proseguía la crónica, que se preguntaba: “¿Qué valor tiene una resolución del Parlamento Europeo en materia internacional? ¿Cuál es el peso de la Unión Europea a la hora de solucionar las crisis políticas en el mundo?”.
Marruecos es consciente de que la resolución aprobada por la Eurocámara esta tarde tiene un carácter meramente declarativo –y no ha alcanzado la barrera de los 400 diputados favorables- y que ni a España ni al conjunto de la UE conviene un deterioro aún mayor de las relaciones. Desde que en las últimas semanas de su mandato la Administración Trump reconociera la soberanía marroquí sobre el Sáhara –una determinación no revocada por el actual presidente estadounidense-, Marruecos espera de España y de otros países de la UE gestos favorables a sus intereses en el nuevo escenario.
La relación entre Rabat y Washington no ha hecho más que consolidarse en los últimos años. Para Estados Unidos Marruecos es un socio clave en la lucha contra el terrorismo yihadista en toda la región magrebo-saheliana. No en vano, desde el pasado lunes y hasta el día 18 de este mes se celebran en territorio marroquí las maniobras militares conjuntas African Lion 2021.
El ejercicio marroquí-estadounidense tiene como objetivo el de favorecer la cooperación y la formación conjunta en la lucha contra el terrorismo. Además de los dos países organizadores, en las maniobras participan tropas de países como Reino Unido, Italia o Canadá, pero no hay presencia española.
También en este jueves cargado de información relativa a la crisis abierta con Marruecos se conocía que España estudia incluir a Ceuta en el territorio Schengen y exigir visado para entrar en la ciudad autónoma a todos los ciudadanos marroquíes.
El secretario de Estado para la Unión Europea del Ministerio de Asuntos Exteriores, Juan González-Barba, aseguraba desde Ceuta que el Gobierno de Pedro Sánchez trabaja para que “se suprima el régimen especial que para las ciudades autónomas se dispuso cuando España ingresó en Schengen”.
Ello permite a los ciudadanos marroquíes residentes en las provincias de Tetuán y Nador –fronterizas con Ceuta y Melilla- acceder sin visado a las dos ciudades autónomas. Una medida destinada a salvaguardar, según las autoridades españolas, el futuro de Ceuta pero que tendrá un perjuicio comercial y turístico para su economía.