La parlamentaria italiana que ve a Putin como "un salvador"

  • Laura Granato, ahora grupo mixto, pero antes de los Cinco Estrellas, era ya conocida por sus posturas anti vacunas

  • Varias investigaciones de los servicios de inteligencia italianos apuntan a que los tradicionales canales que distribuían contenido negacionista del virus, ahora muestran su apoyo a Putin

  • La política italiana pone el acento sobre una práctica de desinformación cada vez más difusa desde que comenzó la guerra

Desde su posición política dentro del grupo Mixto, al que muchos anteriores diputados del M5S huyeron en la propia legislatura, la senadora italiana Laura Granato envió a las agencias de noticias su petición. “Tras Volodymyr Zelensky escuchemos en el Parlamento también a Vladimir Putin”. La solicitud, discordante para muchos y, además de lejanamente improbable, irrespetuosa para otros, no sorprendió a los que saben que es asidua de varios canales de información “ocultos” de redes de mensajería como Telegram, donde sus vídeos describiendo al presidente del Kremlin como un salvador se han vuelto habituales en las últimas semanas.

Su figura se vuelve mediática en el centro de una preocupación de los Servicios de la inteligencia italiana: la propaganda, la guerra cibernética y las fake news son uno de los efectos inmediatos de la guerra. Su participación coincide con la preocupación mostrada ya en los primeros días de la guerra del Gobierno italiano que distinguió la “guerra cibernética” y las fake news como uno de los efectos directos del conflicto.

Durante los dos últimos años de pandemia Granato se convertía habitualmente en tendencia por sus enfrentamientos a las normas de la pandemia y la negación del pasaporte COVID. El pasado mes de octubre, por ejemplo, cuando el Green Pass era ya obligatorio para asistir al lugar de trabajo, intentó acceder al Palazzo Madama, una de las sedes del Gobierno, sin mostrar la certificación y fue sancionada con diez días de suspensión. A sus puertas comentaba con la prensa que no tenía ningún miedo ni intención de seguir la norma. Granato había entrado en política con el M5S en el 2017, en 2021 votó en contra del Gobierno de consenso de Draghi y fue expulsada del partido hasta terminar en el grupo mixto.

Además de la petición formal de escuchar al presidente ruso en la Cámara italiana, la senadora de la región de la Calabria es muy conocida en los ambientes virtuales que se convirtieron en la cara B de las manifestaciones públicas contra el pasaporte COVID. O lo que es lo mismo: los grupos de Telegram y Facebook que monitorizaban ese colectivo. Y es precisamente desde ahí desde donde las alarmas han sonado hace tan solo unas horas. Se ha filtrado un vídeo en redes sociales destinado inicialmente a uno de esos grupos con más de 120 mil inscritos, en el que Granato señala Putin un ídolo. “Creo que está liderando una importante batalla, no solo para Rusia, también para nosotros.

Lo digo claramente: unamos nuestras fuerzas. Defiendo que lo hace para luchar contra la agencia globalista que nos obliga a ser esclavos del tercer milenio. También nosotros estamos gobernados por los vástagos de esta élite que quiere vendernos este nuevo orden mundial”, expresaba la política italiana.

El ejemplo de esta senadora, que se ya era espejo de una minoría ruidosa anti vacunas y ahora lo es de aquella filo rusa, hace pensar a varias investigaciones periodísticas, y las propias fuentes citadas de los servicios de inteligencia nacionales en Italia, que existe un vínculo entre ambas corrientes de propaganda. La teoría diría que esos mismos canales en los que durante dos años se han difundido noticias falsas de todo tipo, amenazas y propaganda anti gubernamental, ahora el COVID es historia y lo que se niega es una guerra. Eran grupos ya bajo el foco de los sistemas de inteligencia, por la amenaza de seguridad que se convirtió en algún momento la minoría ruidosa de los anti vax y por las demostradas, a posteriori, vinculaciones con el ataque de extrema derecha a la sede sindical de la CGIL el pasado mes de otoño.

La narración propagandística en estos grupos habla de que los ucranianos mienten y los rusos liberan a la población de la opresión de los nazis. Es la representación de la gran arma en la que se ha convertido la información falsa, una herramienta más en esta guerra contemporánea. Sobre la base de las informaciones publicadas por los medios el Partido Democrático presentará una “consulta urgente” al Ministerio de Exteriores para pedir información de un fenómeno que creen “está asumiendo dimensiones preocupantes”.

Una preocupación compartida en el Parlamento por otros grupos políticos. Ruben Razzante, profesor de Derecho de la Información de la Universidad Católica de Milán analiza el fenómeno señalando que, aunque nos parezca que no tenga un efecto directo sobre las elecciones militares y geopolíticas, no puede ser infravalorado porque las corrientes informativas, sobre todo si son parte verdad y parte mentira, son difíciles de identificar en todo el flujo de noticias y tienen un efecto alargado en el tiempo. Para eso reclama la normativa de la Comisión Europea, lanzada en 2018 y actualizada en 2022, en la que se colabora con las redes sociales, como Facebook, para frenar la difusión de notificas falsas.

A la posición pro Putin de Granato, se le suman otras igual de convencidas que han expresado su posición filo rusa tras saberse que este martes el presidente Zelenski hablaría ante la Cámara italiana. Es el ejemplo de Pino Cabras, ex M5S ahora en el grupo ‘Alternativa’, que calificó la invitación de comparecer del presidente ucraniano como un “reality show”, que condenaba la invasión de Putin pero ponía peros asumiendo el relato de la “limpieza ultra nacionalista” que vende el Kremlin.

A él se han sumado algunos nombres de la Lega, conocidos por sus luchas anti abortistas o dos ex M5S que ahora forman parte de Forza Italia. Mientras otros líderes políticos intentan deshacerse de lo que en algún momento los unió al Gobierno y al partido de Putin, otros son la base de su discurso en el país transalpino.