Dos niños de 4 y 6 años lloran y golpean un coche estacionado pidiendo que les abran, dentro del automóvil una pareja que supuestamente practica sexo haciendo oídos sordos a la petición de sus hijos. Los pequeños gritan que tienen calor y que necesitan tomar algo de agua, mientras continúan intentando abrir las puertas del vehículo. Esta impactante escena ha tenido lugar en el Parque Pereyra Iraola, ubicado en las afueras de la ciudad de La Plata, en Argentina, y fue grabada por un testigo que la difundió en redes sociales.
El polémico vídeo ya ha llegado a la Justicia, quien investiga un delito de "abandono de un menor" al igual que una mujer de Menorca que dejó a su hijo de 3 años solo en casa durante horas.
Hace unas semanas en España, una mujer fue detenida por los Agentes de la Policía Local de Sueca (Valencia) por abandonar a su hija de 10 años en un coche para ir a una discoteca. La pequeña fue encontrada de madrugada en el interior del vehículo.
Aunque los pequeños ya se encuentren correctamente, según el artículo 129 del Código Penal argentino, se puede multar con hasta 15.000 pesos a los padres por "actos de exhibiciones obscenas expuestas a ser vistas involuntariamente por terceros", sin embargo, al ser los pequeños menores de 18 años la pena podría llegar a oscilar entre 6 meses y 4 años de prisión.´
Después de que se viralizara el video, se abrió una causa penal en el departamento judicial de Quilmes. La UFI 3 de Berazategui actuó de oficio y solicitó la detención de los acusados después de identificarlos por la patente del coche.
Por otra parte, los vecinos aprovecharon la oportunidad para reclamar mayor presencia policial y que se refuercen los controles en la zona.
Algunas de las personas que vieron el video, por otro lado, cuestionaron en las redes sociales si la pareja realmente estaba teniendo sexo y se preguntaron si no estaría discutiendo, por lo que bajaron a los niños para que no estuvieran presentes en ese momento.
Otros consideraron que más allá de lo que la pareja estuviera haciendo, "hay un momento y un lugar para cada cosa" y no correspondía bajar a los menores del coche y dejarlos fuera con las altas temperaturas, llorando y reclamando que les abran.