Muhammad Ajmal mató a su mujer, sus dos hijos, su suegra, 3 cuñadas y 2 de sus sobrinos porque sospechaba que su esposa le estaba siendo infiel mientras él estaba trabajando como sastre en Arabia Sudí.
El asesino vio una foto de su mujer con otro hombre y volvió a Pakistán para llevar a cabo estos "asesinatos por honor". Según recoge The Independent, después de matar a tiros a sus familiares, quemó sus cuerpos incendiando la casa familiar de su esposa. Solo sobrevivió el padre de su esposa y un hermano de esta.
Según la policía de la ciudad, Muhammad habría confesado los asesinatos y asegura que no se arrepiente de sus acciones. El padre del asesino estaba con él en el momento de los hechos y también se busca a su hermano ya que se cree que está involucrado.
Tras el escándalo internacional de 2016 que provocó la muerte de la famosa influencer paquistaní Qandeel Baloch a manos de su hermano y en nombre del "honor", el parlamento aprobó una legislación contra los asesinatos por honor.
Su hermano la estranguló por publicar fotos en las redes sociales que él consideraba que manchaban el honor de su familia.
La nueva legislación introdujo la cadena perpetua para los asesinos convictos y eliminó la posibilidad que existía de ganar libertad si el acusado conseguía el perdón de los familiares de la víctima.
El número de asesinatos disminuyó con esta ley, sin embargo, diversos grupos aseguran que cerca de 1.000 mujeres paquistaníes mueren en manos de sus familiares en defensa del honor.