Las autoridades calculan que el coronavirus tocará techo en unos diez días. Hong Kong es la ciudad que ha ido más lejos al aislarse por completo del resto del país. De momento lo que hace China es mantener el aislamiento de Wuhan, epicentro de la epidemia, y ciudades próximas. Policías armados vigilan las estaciones y muchas carreteras han sido cortadas con excavadoras al tiempo en que en las redes sociales circulan imágenes de todo tipo de métodos improvisados para evitar que nadie entre o salga de la inmensa zona en cuarentena. 50 millones de personas permanecen confinadas.
La preocupación ha llegado a la lejana Shanghái, dese donde llegan las imágenes del momento en que un hombre que se había desmayado es sacado del metro; algo suficiente para levantar sospechas ante el temor al coronavirus.
Mientras, en algunos establecimientos han llegado a producirse enfrentamientos cuando en una cola para comprar mascarillas alguien intentaba colarse.
La situación es límite y todavía más rocambolesca en Wuhan, desde donde llegan imágenes del personal sanitario de un hospital que, silla en mano, intenta evitar que ha dado positivo por coronavirus escape del centro médico.