La pandemia del covid-19 ha condicionado la cumbre del G-20 que acaba de comenzar en la capital de Arabia Saudí, Riad. Por su contenido, ya que se busca un consenso para combatir al coronavirus, y por el formato de la reunión, que está siendo telemática.
La cumbre además es la última en la que participa Donald Trump, circunstancia por lo que Europa no ha ocultado su alivio, con la esperanza de un comunicado consensuado sin la tensión de anteriores cumbres. España, como invitado permanente, incide en la necesidad de reparar los daños derivados de la covid.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, defenderá el acceso universal a las vacunas para la covid-19 y una cooperación multilateral más eficaz. Asimismo, pedirá a los líderes el apoyo "inequívoco" al esfuerzo de la Organización Mundial de la Salud en la lucha contra la pandemia y derrota del virus.
"Los líderes del G20 tenemos la obligación de hacer todo lo que esté en nuestras manos para minimizar el daño y las consecuencias de la pandemia de la covid-19", ha señalado Sánchez en un vídeo difundido en Twitter por la cuenta de la Cumbre del G20.
El presidente del Ejecutivo español ha advertido de que la pandemia es "el mayor desafío mundial de las últimas décadas", por lo que ha defendido que las mayores economías del planeta deben aceptar el desafío de acabar con el virus y "construir un futuro más inclusivo".
En este punto, ha destacado que tienen una "oportunidad única" de establecer una hoja de ruta colectiva que permita trabajar por "la prosperidad, la sostenibilidad y la igualdad", así como para el beneficio de las economías y "de todos los ciudadanos del planeta".