Durante las últimas horas varios hospitales en Sicilia han tenido que cerrar sus plantas de otras especialidades para atender a los pacientes COVID ante la sobrecarga en las urgencias derivada de la subida incesante de casos de esta ola de contagios. Así ha sido, por ejemplo, para el departamento de Neurología del Hospital Policlínico de Palermo, que desde hoy ha convertido todas sus camas disponibles en puestos COVID. Es incesante esta práctica en las últimas semanas en Sicilia, especialmente en Palermo, donde se encuentra la mayor estructura hospitalaria de la isla. La situación extrema, así, ha obligado a cerrar plantas de pacientes con otras patologías, que se ven obligados a aplazar intervenciones y revisiones médicas, para acoger nuevos positivos que necesitan cuidados adicionales y que se encuentran graves. La mayoría tras haber rechazado vacunarse.
La situación en Sicilia es más preocupante que en el resto del país, es la región italiana con más anti vacunas mayores de 50 años (13,7%) y el avance de los contagios, en las últimas 24 horas se han notificado casi ocho mil nuevos casos, agrava la problemática. Además, desde el fin de semana tiene 11 ayuntamientos estarán bajo la alerta “naranja” que se activa por la subida en la incidencia. Aunque los datos son en ligero descenso desde las últimas semanas, los servicios sanitarios aún sufren las saturación de los contagios de la ola Omicron de la pandemia.
Esta situación límite, que llevan días denunciando diversos hospitales en toda la isla, la sufren especialmente los sanitarios, que en las últimas horas han advertido la situación extrema de las urgencias. La imagen de ayer en la el Hospital Cervello de Palermo era de la un grupo de, al menos, quince ambulancias que esperaban poder llevar a sus pacientes a las urgencias ante un sistema que era incapaz de acogerlos. Una imagen que se produjo ya antes, el pasado 5 de enero, y que no ha encontrado aún una solución durante estos días, Esta situación y la redistribución in extremis de pacientes entre los hospitales obliga a muchos otros enfermos de otras patologías a retrasar sus tratamientos on sus citas.
El alcalde de la capital siciliana, Leoluca Orlando, responde para este reportaje sobre la situación de crisis que vive su ciudad. “No es un problema palermitano, es un problema siciliano. Ahora estamos en una situación crítica porque la mayor infraestructura hospitalaria de la isla está en Palermo, pero la tasa de contagios aquí es más baja que en otros ayuntamientos como Siracusa o Catania”, explica. Apunta que el gran problema es que la tasa de vacunación entre los sicilianos es la más baja y el alcalde socialista reivindica la vacunación obligatoria para toda la población, no solo a partir de los 50 como ha establecido el Gobierno a principios de enero. “Necesitamos que la gente se vacune para evitar las muertes y la ocupación en cuidados intensivos como la que tenemos actualmente, está demostrado que puede llegar hasta el 90% el porcentaje de no vacunados en las UCIS sicilianas”, añade. Defiende Orlando que él pidió siempre al Gobierno central que fuese valiente y decretase la vacuna obligatoria. “Hubiese evitado esta situación”, finaliza.
El porcentaje de población con la pauta completa es de un 73% en Sicilia, en comparación con el 83% - 50 millones de vacunados- si hablamos en términos generales en Italia. Antonella Patti, enfermera de 32 años que ha trabajado en los últimos meses en el nombrado Hospital Covid Cervello de Palermo, y ahora trabaja en el norte de Italia, destaca la sensibilización de los pacientes entre una parte y otra del país con la vacuna. Insiste la sanitaria en el esfuerzo que ve cada día entre sus compañeros para hacer frente al reto que supone la sobrecarga de los enfermos COVID y reconoce sentirse aún cada día impresionada por la actuación de los anti vacunas, que en muchas ocasiones se enfrentan al personal del hospital. Ha sido comunicado en las últimas horas un ataque por parte de algunas personas que decían pertenecer al colectivo no vax contra la jefa de urgencias del Cervello de Palermo Tiziana Maniscalchi.