12 países presionan a Bruselas para que considere la nuclear como “energía verde”

  • Alemania quiere que el gas natural sea considerado verde, Francia la energía nuclear

La Comisión Europea en nombre de la Unión Europea y los Tesoros nacionales empezaron este año a emitir “bonos verdes”. Su emisión, a la luz de la demanda en los mercados financieros, parece un éxito asegurado. Las normas de los nuevos fondos europeos post-pandemia y en el futuro de gran parte de los fondos europeos exigen que gran parte de ese dinero sólo financie proyectos energéticos o de transición ecológica que puedan llevar la etiqueta de que no son “dañinos para el medio ambiente”. La bronca está en saber qué entra ahí.

Europa está dividida en varios grupos en este asunto, con París y Berlín liderando dos de los grupos. La diplomacia alemana se mueve para que la Comisión Europea incluya el gas natural (que genera emisiones contaminantes pero menos que el petróleo o el carbón) entre esas energías financiables con bonos verdes. La francesa quiere que la que se incluya sea la nuclear, porque no genera emisiones contaminantes. Olvidan recordar los franceses que sí genera residuos que los cuales la ciencia no tiene más solución que enterrarlos.

Otros países (España entre ellos) están en contra de la inclusión entre esas “energías verdes” tanto de la nuclear como del gas natural. Otros, entre ellos varios gobiernos del este del bloque, quieren que se introduzcan en esa lista las dos. Bruselas tiene hasta finales de año para tomar una decisión y sólo sirve como indicación su decisión provisional tomada antes de verano para regular las emisiones de bonos verdes hechas hasta ahora. En esa decisión provisional dejó fuera tanto al gas natural como a la nuclear.

Alemania quiere que el gas natural sea considerado verde, Francia la nuclear

Si los defensores del gas natural están a la espera de que se forme Gobierno en Alemania para saber si Berlín sigue defendiendo que esa fuente de energía se considere como “no dañina para el medio ambiente”, los de la energía nuclear están más movilizados. Un grupo 10 países, con Francia a la cabeza, piden a la Comisión que incluya la nuclear. Junto a Francia firmaron un artículo en ese sentido Bulgaria, Chequia, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, Finlandia, Hungría, Polonia y Rumanía. En el último Consejo de ministros de Energía recibieron el apoyo de los Países Bajos y Suecia. Son 12 de 27.

Los defensores de que se incluya a la nuclear entre las energías verdes aseguran que “la nuclear debe ser parte de la solución” a la crisis climática. Recibieron el apoyo de Foratom (la organización que agrupa a las empresas eléctricas operadoras de centrales nucleares), aunque ninguna tiene intención de construir nuevos reactores sin fondos públicos.

Consideran además que la nuclear hace a Europa menos dependiente de las importaciones porque sólo necesita importar uranio, que puede comprarse a muchos proveedores diferentes y del cual las empresas tienen normalmente depósitos para mantener funcionando las centrales durante casi tres años.

Seis países defienden ambas fuentes de energía

Sólo seis países (Bulgaria, Chequia, Eslovaquia, Hungría, Polonia y Rumanía) apoyan tanto la inclusión de la nuclear como del gas natural. De ahí los problemas de la Comisión Europea. Porque el grupo que en principio lidera Alemania a favor del gas natural está en contra de la inclusión de la nuclear. Y el grupo pro-nuclear que lidera Francia está en contra del gas natural.

Entre los que rechazan que se incluya la nuclear entre esas “energías verdes” destacan Austria, Dinamarca y Luxemburgo. Consideran que la nuclear no es barata (apenas hay proyectos en Europa principalmente por su precio y las renovables ya generan megavatio más barato que la nuclear) y no es segura. El ministro de Energía luxemburgués, el ecologista Claude Turmes, señaló en el último Consejo de Energía que quienes apuntan a la nuclear como solución a la crisis energética olvidan señalar que si mañana se empezara a construir una nueva central probablemente no estaría enchufada a la red eléctrica hasta 2035.

Bruselas a favor de la nuclear

Bruselas parece inclinarse ligeramente por incluir la nuclear y no el gas, pero nada está decidido definitivamente y las fuentes consultadas advierten de que todo puede cambiar en función, entre otros asuntos, de los acuerdos a los que llegue la coalición de Gobierno en Alemania. La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, lo dio a entender en un tuit publicado la semana pasada: “Necesitamos una fuente energética estable, como la nuclear y, durante la transición (ecológica) gas natural”.

Bélgica cerrará en 2025 sus dos reactores

Bélgica sí parece haber tomado una decisión sobre su futuro nuclear. Después de meses de debates en el seno de la coalición de Gobierno (conservadores, liberales, socialistas y ecologistas), la semana pasada alcanzaron un acuerdo para no cambiar la ley y así cerrar en 2025 los dos únicos reactores en funcionamiento. Los liberales habían intentado que se cambiara la ley para dar 10 años más de vida útil a reactores que en los últimos años han tenido que cerrarse varias veces por problemas de seguridad.

El belga es así el primer Gobierno europeo que ante el dilema de alargar la fecha de cierre ante la subida de los precios de la energía o cumplir con lo prometido hace años o incluso décadas (la ley de cierre nuclear belga es de 2003) decide mantener la fecha del fin de la nuclear. Los informes técnicos aseguran que con la construcción de dos centrales de gas natural (que ya salieron a concurso) el suministro del país está asegurado.