Gwen Finlayson, una mujer de 63 años de Utah (Estados Unidos), ha sido curada de hepatitis autoinmune gracias a que su hijo Brandom, de 37 años, le haya donado parte de su hígado. Tras la operación el hijo ha bromeado diciendo que con esto ya está exento del regalo del Día de la Madre.
"Iba al hospital y me quedaba. No estaba superando las cosas. Hubo muchos indicios de que esto iba de mal en peor a toda prisa", ha explicado Gwen Finlayson. Entró en la lista nacional de trasplantes el año pasado, pero las probabilidades de que obtuviera un órgano eran muy escasos.
Su hijo, Brandon, era compatible y se ofreció para el trasplante, pero Gwen se negó, puesto que él es padre de cinco niños. Tras mucho insistir, ella accedió. Los médicos usaron escáneres del hígado de Brandon para luego imprimir una copia 3D del mismo y hacer un ensayo del procedimiento: era la primera vez que trasplantaban el lóbulo izquierdo del hígado de un donante vivo.
Finalmente, el trasplante ha tenido éxito. Por ello, los médicos creen que los hígados de Gwen y Brandon pueden regenerarse y deberían crecer hasta el 90% de su tamaño normal en cuestión de meses, tal y como recoge '20 minutos'.