El apoyo popular a la OTAN en Europa cae desde finales de los años 2000, especialmente en dos países de importancia clave para la Alianza Atlántica: Alemania y Francia. Un estudio del ‘Pew Research Center’ muestra que de 2009 a 2019 el apoyo a la OTAN cayó en Alemania del 73% de la población al 57%, en Francia del 71% al 49%, en España del 56% al 49% y en Italia del 64% al 60%. De los países grandes de Europa occidental, sólo sube el apoyo a la OTAN en el Reino Unido, del 63% de 2009 al 65% de 2019.
En Europa central y oriental, donde se tienen más presentes las aventuras y desventuras de convivir a menos kilómetros de una Rusia que desde 2014, cuando se anexionó por la fuerza la provincia ucraniana de Crimea, provoca más temores, el apoyo a la OTAN aumenta o desciende por países.
Mientras cada vez más polacos cree en los beneficios de la Alianza Atlántica (el apoyo sube en Polonia del 72% al 82% en los últimos 10 años), sucede lo contrario en Bulgaria (del 54% al 42%), República Checa (del 66% al 54%), Hungría (del 57% al 48%) o Eslovaquia (del 59% al 51%).
El principio básico que sostiene a la OTAN es el mantra del ‘uno para todos y todo para uno’. El artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte, acta fundacional de la alianza militar, asegura que todos los miembros del club responderán con las armas para defender a cualquiera de ellos que sea atacado en su territorio. Si los gobiernos mantienen teóricamente ese compromiso, las poblaciones europeas parecen no estar de acuerdo.
Sólo el 34% de los alemanes, el 41% de los franceses y españoles o el 25% de los italianos y los griegos aceptaría que su país interviniera militarmente para defender a otro Estado miembro de la OTAN que fuera atacado por Rusia. En Bulgaria ese porcentaje apenas alcanza al 12% de la población. Apenas en tres países europeos son más los ciudadanos que creen que su país sí debería usar la fuerza para defender al país atacado. Así lo piensa el 64% de los holandeses, el 55% de los británicos y el 51% de los lituanos.
Mientras la mayoría de los europeos no cree que su país deba entrar en guerra para defender a otro Estado miembro de la OTAN, también una mayoría cree que Estados Unidos sí lo haría. Así lo estima el 75% de los italianos, el 73% de los británicos, el 72% de los españoles, el 68% de los holandeses, el 65% de los griegos, el 63% de los alemanes o el 57% de los franceses. De ese compromiso estadounidense con la defensa colectiva de la OTAN dudan los polacos (sólo el 47% está convencido de que Washington intervendría), los checos (41%) o los húngaros (39%).
Si se les pregunta si su país debe mantener más estrechas relaciones con Estados Unidos o con Rusia, la mayoría de los europeos occidentales miran sobre todo al otro lado del Atlántico mientras que en Europa oriental se tiende a preferir que se mantengan buenas relaciones con las dos potencias. Si el 83% de los británicos cree que su país debe estar cerca de Estados Unidos, mientras sólo el 8% cree que debe hacerlo de Rusia y el 5% de ambos (en España esos porcentajes son del 73%, el 9% y el 9%), en Alemania se igualan. El 39% de los alemanes apuesta por mantener mejores relaciones con Estados Unidos, el 25% con Rusia y el 39% con ambos. Y en países como Hungría (55%) o Eslovaquia (50%) son mayoría los que preferirían que su país mirara de igual forma a las dos potencias.
El informe del ‘Pew Research Center’ muestra que los ciudadanos europeos ideológicamente situados a la derecha tienen más tendencia a pensar que su país debe mantener una relación estrecha con Estados Unidos que aquellos situados a la izquierda del espectro ideológico. El 82% de los españoles del centro a la derecha lo considera así, mientras entre aquellos del centro a la izquierda ese porcentaje baja hasta el 62%. En Italia esos porcentajes son del 45% y el 30%, en Polonia del 37% y el 22%, en el Reino Unido del 92% y el 80%, en Alemania del 49% y el 38%.
El ‘Pew Research Center’ también pregunta por “el apoyo a la fuerza militar para mantener el orden mundial”. La mayoría de los ciudadanos europeos está de acuerdo con esa afirmación con porcentajes de aprobación que van del 71% en el Reino Unido, el 69% en Holanda, el 64% en Francia, el 55% en España (en 2009 era del 65%) o el 52% en Italia. De los países grandes europeos, sólo en Alemania son más (52%) los que rechazan esa afirmación.
El informe alcanza a preguntar sobre irredentismo. Pregunta si hay partes de países vecinos que deberían ser parte del propio. No sorprende el dato de Hungría, donde el 67% cree que hay territorios en países vecinos que deberían ser parte de Hungría (el país perdió dos tercios de su territorio después de la Primera Guerra Mundial), o en Grecia (60%), donde hay fuertes tendencias nacionalistas que no terminan de aceptar la existencia de Macedonia del Norte.
Pero sorprende que el 37% de los españoles crea que hay territorios de países vecinos que deberían ser parte de España. Un sentimiento que comparte el 33% de los franceses, el 30% de los alemanes, el 24% de los italianos o el 23% de los británicos.
Este irredentismo es mucho mayor entre quienes votan a la ultraderecha. Así, si el 32% de los españoles cree que hay partes de países vecinos que deberían ser de España, entre los votantes de VOX ese porcentaje llega al 59%. Ocurre lo mismo en Francia (del 28% al 52%), en Alemania (del 26% al 50%), en el Reino Unido (del 17% al 41%) o en Italia (del 33% al 43%).