'Little Grey' y 'Little White' son dos ballenas beluga que llevaban 7 años actuando para los espectadores en el parque acuático 'Changfeng Ocean World' en Shanghai. Activistas de los derechos de los animales llevan años insistiendo a los responsables del acuario para llevar a estas belugas de 12 años a un ambiente más saludable y adecuado para ellas. Pero como estas ballenas han sido criadas en cautiverio, no podrían sobrevivir en la naturaleza.
Afortunadamente, el grupo de conservación 'Sea Life Trust' ha encontrado la solución perfecta. Convertir la bahía de Klettsvik en las islas Westman en Islandia, escenario donde se rodó la película ‘Liberad a Willy’, en el primer santuario en mar abierto para mamíferos marinos.
Hace más de un año que esta bahía fue elegida como el sitio perfecto para albergar este recinto marino. Ubicada frente a la costa de Heimaey, la bahía tiene el tamaño y la profundidad perfectos para las belugas con 32.000 metros cuadrados.
Ahora están explorando una zona especial de las instalaciones de la bahía de Klettsvik en la costa sur de Islandia para aclimatarse antes de su liberación final en el santuario más amplio. Allí entrenarán, aprenderán a comer y ganarán más grasa, necesaria para su nueva y próxima vida en aguas más frías y distancias más largas, donde podrán desarrollar por fin todas las habilidades que la naturaleza les dio al nacer.
Andy Bool, director del 'Sea Life Trust', dijo: "Estamos absolutamente encantados de poder compartir la noticia de que 'Little Grey' y 'Little White' están a salvo en sus piscinas de cuidado del santuario marino y están a un paso de ser liberadas en aguas abiertas".
Para su viaje a Islandia, la pareja fue transportada en eslingas especialmente diseñadas con esteras de espuma hechas a medida para amortiguar sus cuerpos durante el complejo viaje, en el que participaron un camión, un avión de carga Boeing 747-400ERF y un remolcador del puerto.
La etapa final de su liberación está prevista para las próximas semanas. 'Merlin Entertainments', la empresa británica propietaria de los centros 'Sea Life', adquirió el acuario Changfeng Ocean World en China en 2012, y había estado buscando un nuevo hogar para las belugas. Además, esta empresa hizo una gran donación al 'Sea Life Trust' para financiar la operación.
Desde el centro afirman que "son las primeras, pero no las últimas que esperamos tener aquí en Klettsvik, podemos albergar hasta ocho belugas más aquí, así que estas niñas son las embajadoras de este proyecto".
La organización describe a 'Little Grey' como "muy juguetona" pero también tiene un lado travieso y le gusta escupir agua a su equipo de atención. 'Little White' es "mucho más reservada pero le gusta jugar y forma lazos estrechos con sus cuidadores".
El promedio de vida de una beluga es de 40 a 60 años. Se estima que unas 200.000 viven en estado salvaje.