Biden solo consigue unir al Congreso acerca de Ucrania

  • Comenzó Biden con un recuerdo al principio del fin del Covid, el valor de la Constitución y el triunfo “de la libertad sobre la tiranía,” en clara alusión a la invasión de Ucrania

  • El discurso "optimista" sobre el Estado de la Unión no convence a la Cámara

  • Última hora de la guerra en Ucrania

No lo tenía fácil Joe Biden. En un clima de máxima tensión internacional con el inicio del asedio de Kiev ayer, por parte rusa, y un ambiente de escepticismo dentro de su propio país por la desconfianza hacia su gestión, el presidente de los Estados Unidos apareció puntual ante una Cámara de Representantes que no se llenó, debido a la pandemia, para dar su primer discurso sobre el Estado de la Unión.

Aún así, el Capitolio se vistió de gala para recibir a sus congresistas, jueces de la Corte Suprema y las más altas autoridades militares del país, ente otros invitados que asistieron sin mascarillas por primera vez en dos años. Y sobre todo, para escuchar las palabras que durante una hora el presidente dirigió al país.

Ucrania

Comenzó Biden con un recuerdo al principio del fin del Covid, el valor de la Constitución y el triunfo “de la libertad sobre la tiranía,” en clara alusión a la invasión de Ucrania. Unas palabras que consiguieron levantar a los asistentes de sus asientos para aplaudir a la embajadora del país eslavo que, sentada al lado de la primera dama Jill Biden, recibía una ovación.

“Sabíamos que Putin trataría de falsificar y justificar su invasión…pero el mundo libre está haciendo ahora que responda por ello… y está mas aislado del mundo que nunca”, dijo entre el reconocimiento de los invitados que, de forma unánime, ovacionaron cada mención de las sanciones establecidas a Rusia.

Aprovechó Biden ese momento para anunciar el cierre del espacio aéreo estadounidense a los vuelos rusos y dejar claro que las tropas se movilizarían para apoyar a las fuerzas de la OTAN, aunque solo fuera de suelo ucraniano. También avisó de que se avecinan “días duros para el valeroso pueblo de Kiev” y, ante la duda de que los estadounidenses puedan sentir temor ante las consecuencias del conflicto, declaró que se descargarán 30 millones de barriles de las reservas estadounidenses para que no haya problemas de suministro en el país.

Estados Unidos

Tras el repaso a la situación internacional, llegó el momento de recordar que “el Plan de Rescate está ayudando a la clase trabajadora de Estados Unidos y nadie está quedando a la zaga, está funcionando, ya ha generado mas de 6.5 millones de nuevos empleos,…Es algo que no había ocurrido antes en nuestro país”, dijo aún con tono eufórico el mandatario. También reivindicó la aprobación del Plan bipartidista de Infraestructura, dando las gracias a los dos partidos mayoritarios porque esto “va a transformar a Estados Unidos y va a hacer que nuestro país sea una potencia competitiva a nivel internacional, especialmente ante China”.

Sin embargo, Biden bajó el tono y pasó de puntillas sobre la inflación, que aunque “está privando de mayores avances al país”, no evitará que este siga “adelante”. Y es que, “un tercio de la inflación se debe a la falta de suministros de los coches”, que a su vez es causa de la pandemia, se excusó el mandatario.

Ligero repaso

El presidente pasó igual de rápido por encima del coste de las medicinas para los ciudadanos, que considera necesario recortar, al igual que combatir el cambio climático y aumentar los ahorros de las familias, aunque no dijo cómo lo haría. Aún así fue la única mención realizada a los temas incluidos en la fracasada aprobación de la agenda social, el punto estrella del proyecto electoral de los demócratas.

Sí que especificó que nadie que ganara "menos de 400.000 dólares tendría que pagar ni un céntimo más. Hay que asegurarse de que las multinacionales y los multimillonarios abonen lo que deben. Las empresas desembolsarán un impuesto mínimo del 15% y los más ricos lo que deben para que estos no paguen menos que un bombero.” Para ello anunció el nombramiento de “un fiscal que luchará contra el fraude”.

Biden también reivindicó la necesidad de crear “más competencia para fortalecer el capitalismo”, lo que dará lugar a que los estadounidenses desembolsen menos por los productos y señaló la necesidad de subir el salario mínimo a 15 dólares la hora.

Covid y seguridad

Tras el bloque económico el presidente pasó a repasar la situación de la pandemia, dando las gracias al Congreso porque gracias a las medidas aprobadas “esta noche estamos de vuelta a una rutina mas normal…Los CDC ya han recomendado el levantamiento del uso de mascarillas…Hay tratamientos antivirales y Pfizer esta produciendo un millón de estas pastillas este mes y el doble el mes que viene. Esto se podrá adquirir en las farmacias, sin costo alguno”, señaló.

Siguiendo con el tono optimista del que hizo uso durante todo el discurso, Biden dio paso al tema de la seguridad, reivindicando el uso de cámaras y anunciando 350 millones dólares para reforzar las estrategias y medios policiales en todo el país, especialmente en proyectos de prevención de la violencia. Y añadió que la solución pasa por “no quitar los fondos a la policía, sino dárselos” haciendo un guiño a un poderoso sector que puede darle votos de cara a las próximas elecciones legislativas.

Inmigración, derechos de las mujeres y veteranos

Tras dar las gracias por sus servicios al juez Stephen Breyer, presente en la sala y que se jubila de su trabajo en la Corte Suprema, felicitó a la recién nominada para ese cargo, Ketanji Brown Jackson que será la primera mujer afroamericana en ocuparlo.

Llegó después el momento de abordar uno de los temas mas espinosos para Biden, por su inacción al respecto: la inmigración. Y lo hizo pidiendo la aprobación de una ley migratoria que proteja a los dreamers, permita llevar a cabo un control de los flujos de entrada y respete los compromisos y alianzas realizadas con los países centroamericanos y con México.

Se pasó entonces a la reivindicación del derecho de las mujeres al aborto, bajo la seria mirada de la magistrada conservadora Amy Coney Barret, a quien enfocaron en ese momento las cámaras, y a la protección de estas contra la violencia, para lo que solicitó la unidad del Congreso.

Despedida

Tras mencionar a los afectados por la pandemia con problemas de salud mental, pidió a las grandes empresas tecnológicas protección para los menores, solicitó la aprobación de una legislación que garantice la atención médica necesaria de los veteranos de guerra y demandó fondos para reforzar la lucha contra el cáncer, que es la segunda causa de muerte en el país, tras la enfermedades cardiovasculares.

Terminó Biden apelando a la grandeza de “la nación más próspera y libre que ha visto el mundo” y recordando que, a pesar de todo lo que está ocurriendo, “superaremos la prueba, salvaremos la democracia”. “Somos la única nación del mundo que ha convertido las crisis en posibilidades…Estamos más fuertes que hace un año y estaremos más fuertes el año próximo”, añadió antes de acabar con un “Dios bendiga a América”.