"He sido detenido, pero no importa. Id a Tverskaya. No habéis acudido a esta marcha por mí, sino por vosotros y por vuestro futuro", ha escrito, en un día en que miles de opositores han salido a las calles de las principales ciudades de Rusia para protestar una vez más contra Vladimir Putin.
La detención de Navalny - la cuarta en menos de un año - tiene lugar después de que la Policía rusa entrara el domingo a la fuerza en las oficinas de Navalny, para interrogar a las personas que se encontraban en el interior del edificio, según han mostrado imágenes transmitidas por los partidarios de Navalny.
La Policía argumenta que realizó la incursión tras haber recibido una amenaza de bomba.
Navalny es uno de los críticos más feroces del Gobierno de Vladimir Putin, a quien acusa de haberle prohibido injustamente de comparecer a a las próximas elecciones presidenciales por tener antecedentes penales tras recibir una condena de cárcel posteriormente suspendida.
El opositor, por contra, argumenta que fue víctima de un proceso judicial orquestado por motivos puramente políticos y, en lo que se refiere a la convocatoria electoral a la que tenía previsto asistir, el opositor ha indicado que "la Constitución rusa concede el derecho de acudir libremente a cualquier tipo de evento".