Ómicron adelanta el día de la Marmota en Estados Unidos

  • Con un promedio de 126.967 casos diarios, durante la última semana, en estos momentos hay casi 70.000 personas hospitalizadas por covid y una ocupación del 20% de las camas UCI

Como un bucle que se repite sistemáticamente, la variante ómicron ha desatado de nuevo el fantasma del confinamiento. Las universidades y colegios adelantan el envío de sus alumnos a casa, los restaurantes cierran sus puertas, los sitios de espectáculos deportivos y teatrales están cancelando sus actos y Wall Street, el termómetro que mide la temperatura económica del país, ya ha empezado a resentirse.

Unos síntomas más preocupantes para la recuperación de la vida normal, con la que los estadounidenses ya contaban, que los del propio virus. La alta transmisibilidad de ómicron supone en estos momentos el 13% de los casos de covid detectados en Nueva York pero se espera que se convierta en la cepa dominante en todo el país, en las próximas semanas, según datos del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

Datos nacionales

De hecho, también la prestigiosa Universidad John Hopkins ha alertado de que Estados Unidos ha experimentado un promedio de 126.967 casos diarios, durante la última semana. Además, en estos momentos hay casi 70.000 personas hospitalizadas por covid, con una ocupación del 20% de las camas UCI y solo un porcentaje de vacunación del 61'4% de la población.

El asesor de salud pública de la alcaldía de Nueva York, Jay Varma, publicó en redes sociales que se había duplicado el número de casos de los últimos tres días. “Nunca habíamos visto esto antes” en la ciudad, dijo alarmado acerca de la situación. Y es que, aunque las defunciones no se acercan a los números que tuvieron lugar durante la parte más dura de la pandemia, sí que se observa un aumento rápido de las hospitalizaciones, desafiando la capacidad sanitaria de la zona.

A nivel mundial

Pero Estados Unidos no es una excepción. La nueva variante ya está presente en 192 países, ayudando a que la pandemia haya generado un total de casi 275 millones de casos y más de 5.350.000 muertes. El impacto del covid ya es mayor, en defunciones, que el de la Primera Guerra Mundial y se augura un aumento importante de estas ya que los positivos por ómicron se duplican cada dos o tres días, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La inoculación de la dosis de refuerzo está contribuyendo a que, en los países que tienen la fortuna de poner adquirirla e inocularla, las cifras de muertos no se hayan disparado como pasó en la primera ola de la infección. Además, el hecho de tener un alto índice de vacunación de las otras dos dosis ha ayudado a que los efectos no estén siendo, de momento, devastadores.

Frío y ómicrom, mala combinación

Sin embargo, la disminución de las temperaturas en el hemisferio norte y la obligación con ello de pasar más tiempo en casa y en espacios menos ventilados, ha provocado que lugares como el noreste de Estados Unidos esté experimentando un aumento importante del número de personas contagiadas.

En una comparecencia informativa a los medios, el presidente y director ejecutivo del Hospital Universitario de Newark (Nueva Jersey), el Dr. Shereef Elnahal, dijo estar “viendo largas filas fuera de nuestra clínica de pruebas porque la gente se está enfermando”. Y añadió que, aunque el 39% de los hospitalizados durante la última semana estaban vacunados, no habían recibido una dosis de refuerzo.

Escuelas y Universidades

En Nueva York, seis colegios y más de 4.200 aulas han cerrado totalmente mientras que otras lo siguen haciendo de forma intermitente, como lleva ocurriendo desde septiembre. Aquellas que se mantienen abiertas están viendo cómo en todo el país numerosos padres están optando por no enviar a sus hijos, por el alto índice de contagios, mientras esperan a ver cómo se desarrolla la pandemia durante las fechas navideñas.

Numerosas universidades también han enviado a los estudiantes a casa de forma anticipada y algunas del prestigio de Harvard ya han declarado que “durante las primeras tres semanas de enero (de 2022), tomaremos medidas para reducir la congestión en el campus transfiriendo gran parte de nuestro aprendizaje y trabajo en remoto”, decía el comunicado emitido por el centro educativo.

Empresas y restaurantes

La decisión de enviar a los trabajadores a casa es algo que también están poniendo en marcha las empresas en los últimos días. Compañías como Apple, CNN o Citigroup son solo algunas de las que recientemente han decidido adoptar estas medidas para proteger tanto a sus empleados como a los clientes. Esa línea es la que están siguiendo numerosos restaurantes.

A pesar de haber tenido que cerrar durante el primer confinamiento, el alto índice de transmisibilidad que muestra la variante ómicron sugiere que lo más sensato es hacer lo mismo, varios meses después. Restaurantes de todo el país ya han colgado el cartel de cerrado y notificado a sus clientes que la atención personal aumenta el riesgo de contagio para usuarios y profesionales de la hostelería.

Deportes y espectáculos

Lo mismo está ocurriendo en el sector del entretenimiento. Tras los 18 meses de cierre sufridos por los teatros de Broadway, en septiembre los musicales volvieron a abrir sus puertas y a retomar el contacto con público. Los actores y espectadores de “Hamilton” o “Mrs. Doubtfire” se reencontraron con esa extraña sensación de retomar lo perdido. Pero las cancelaciones han vuelto a la calle más bulliciosa de Manhattan, al igual que las de espectáculos navideños como “Christmas Spectacular“ de Radio City Rockettes o el Kennedy Center de Washington DC.

Los resultados positivos de algunos de los más famosos deportistas primero provocaron que fueran ellos los apartados de sus correspondientes competiciones. Pero poco a poco los campeonatos deportivos, que en Estados Unidos mueven millones de dólares, están viendo un incremento de aplazamientos en los partidos. De la NBA de baloncesto a la NHL de hockey, todas las competiciones se están viendo afectadas mientras que la NFL de fútbol americano ya está barajando la suspensión completa del torneo.

Wall Street

Todo ello ha desembocado en un cierre con pérdidas, la semana pasada, de un sector financiero que ya tiembla ante la combinación de la expansión de la variante ómicron y la alta inflación, que amenaza con haber llegado para quedarse. Y es que el peligro de un nuevo confinamiento, con otra ralentización de la economía, cuando empresas y ciudadanos aún no se han recuperado de los efectos de la anterior, puede ser un golpe demasiado duro.

Tanto, que empresas que a duras penas sobrevivieron la vez pasada, gracias a las ayudas del gobierno, puede que no lo consigan en esta ocasión. Restaurantes, bares, teatros, estadios, universidades y sector sanitario, entre otros, están a la espera de cómo se desarrollarán los acontecimientos en los próximos días. Justo en unas fechas donde las vacaciones de unos se mezclan con la necesidad de otros para conseguir unos ingresos extras. Aunque nada de ello sugiere que vaya a ser posible a no ser que tenga lugar el esperado “milagro de Navidad” que haga que el virus, de un día para otro, se vaya como vino.