Ocho muertos y un supuesto agente de la DEA detenido en un intento de "invasión" de Venezuela
Maduro frustra una incursión militar
El responsable de la intentona militar, Jordan Goudreau, muestra un contrato firmado por Juan Guaidó para comprar sus servicios y autorizar esta operación
La oposición ha alertado de una maniobra para incrementar la represión y denuncia una "ejecución extrajudicial" de oficiales del Ejército
La mañana del 3 de mayo amaneció con la denuncia del gobierno de Nicolás Maduro de una nueva tentativa de “golpe de Estado” en su contra. Esta vez, a través de un “intento de invasión marítima” a través de sus costas. En concreto, a través de la playa de Macuto, en La Guaira, a tan solo 30 minutos de Caracas.
La incursión, que más tarde recibiría el nombre de “Operación Gedeón”, habría sido orquestada, según denunció horas más tarde el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, “desde EEUU con agentes de la DEA y del narcotráfico implicados”.
La operación, que se realizó con lanchas rápidas que trataron de entrar al territorio venezolano presuntamente desde Colombia, fue un fracaso y terminó, según información oficial, con ocho personas abatidas y dos capturados. “Es una acción de mercenarios, un golpe contra la institucionalidad del país”, señaló Cabello desde el interior del Palacio Legislativo, donde realizó su comparecencia.
"Una de las personas detenidas manifestó ser funcionario de la DEA. Participó en operaciones de la DEA en América. Es venezolano, dicho por él mismo", ha explicado Cabello. "Lo decimos de forma clara, detrás de esto está Estados Unidos, la oligarquía colombiana y el narcotráfico. Da tristeza que quienes se llamen venezolanos sean financiados por el narcotráfico y por el dinero de la droga", ha subrayado.
Cabello ha destacado que algunos de los mercenarios fueron capturados con uniformes e inclusive cascos con bandera de Estados Unidos. "Seguro de un fanático del gringuismo que se siente marine", ha subrayado.
Lo que parecía que iba a ser un domingo tranquilo donde la flexibilización de la cuarentena para adultos mayores y niños sería la protagonista de la jornada; terminó siendo una jornada de acontecimientos informativos intensos, dignos del mejor guión de película de Hollywood en el caribe.
Cliver Alcalá y el narcotráfico
El número dos del chavismo señaló además que uno de los fallecidos en el operativo frustrado era el capitán Robert Colina, alias Pantera, al que acusó de estar al mando de un campamento paramilitar en Colombia y le vinculó directamente con Clíver Alcalá, recientemente deportado a EEUU tras ser acusado de narcotráfico por la Fiscalía de este país.
Es importante en este punto hacer un paréntesis breve para recordar el contexto en torno a Clíver Alcalá. Alcalá es un ex militar venezolano retirado que se mantuvo fiel al ex presidente Hugo Chávez hasta su muerte, pero se separó del oficialismo hace poco más de cuatro años y se ha declarado seguidor de Juan Guaidó y un apoyo en su lucha para el “cese de la usurpación y el gobierno de transición”.
Desde su fuga por traición, Clíver Alcalá se refugió en Barranquilla, Colombia, y desde allí denunció hace poco más de un mes un plan que implicaría directamente a Juan Guaidó en un intento de atentado contra Nicolás Maduro y en la firma de un contrato de compra de armas a EEUU.
Según Alcalá, las armas eran “26 fusiles americanos, 14 cascos blindados con visores nocturnos y tres chalecos blindados”. Todo ello, “con la idea de libertar al país (Venezuela) y eliminar quirúrgicamente los objetivos criminales del narcotráfico y del desastre que ha generado en nuestro país”, dijo, refiriéndose al gobierno de Maduro y al presunto plan urdido para derrocarle.
Guaidó lo negó todo en aquel momento y Alcalá se perdió en un avión rumbo a Nueva York. La Fiscalía estadounidense había pedido 10 millones de dólares por su cabeza. Pero su recuerdo se ha desempolvado hoy tras los hechos ocurridos en las costas de La Guaira y que han ido adquiriendo un tono cada vez más rocambolesco a medida que avanzaba la jornada.
Operación Gedeón
La incursión marítima u “Operación Gedeón” fue catalogada por el propio Guaidó como “una nueva olla de la dictadura”, asegurando que se trataba de un montaje, un falso positivo del propio régimen para evitar hablar de otros asuntos de interés nacional como el reciente motín en una cárcel de Guanare (interior de Venezuela) que dejó más de 40 muertos y cuyas causas todavía no han sido esclarecidas; o el enfrentamiento entre bandas delictivas que durante los últimos días han tenido lugar en Petare, un barrio (favela) popular al este de Caracas y conocido por su delincuencia y conflictividad habitual. “Buscan confundir y sembrar evidencias”, sentenció Guaidó.
Un mercenario estadounidense
Pero el escepticismo del reconocido como presidente encargado de Venezuela por más de 60 países, se desmontó horas más tarde cuando en redes sociales se hizo viral un vídeo en el que aparecían el capitán prófugo de la Guardia Nacional Bolivariana, Javier Nieto Quintero junto a Jordan Goudreau, ex miembro de las Fuerzas Especiales del Ejército de EEUU con servicios excelentes en Irak y Afganistán (fue tres veces ganador de la Estrella de Bronce por su reconocida valentía en estas misiones).
Goudreau, retirado del Ejército estadounidense, trabaja ahora como contratista privado desde 2016. En 2018 creó su propia empresa de seguridad privada, Silvercorp USA, con sede cerca de su casa en la Costa Espacial de Florida, según la agencia de noticas AP.
Ambos, Goudreau y Nieto Quintero, acallaron los rumores de falsedad de la Operación y se atribuyen el intento de incursión marítimo frustrado. “El objetivo de estas palabras es aclararle al pueblo venezolano y a las fuerzas vivas de la nación que (la maniobra) es real y que hay hombres y mujeres arriesgando la vida en estos momentos por la libertad de nuestra patria y nuestros presos políticos. Les agradecemos y les solicitamos muy responsablemente a los generales, comandantes, capitanes y subalternos a que se unan a esta gesta”, dijo el contratista norteamericano.
La conmoción comenzó a correr como la pólvora en redes sociales ante el giro que estaban tornando los acontecimientos y la traca final llegaría al final del día cuando en una entrevista en exclusiva con la periodista venezolana exiliada en Miami, Patricia Poleo en su programa “Factores de Poder”, Jordan Goudreau, reveló que la operación perpetrada durante la jornada del domingo fue contratada por Juan Guaidó y por sus asesores Juan José Rendón y Sergio Vergara. Los mismos que habrían firmado otro contrato con Clíver Alcalá para comprar las armas para dicha operación y así lo vinculó el propio estadounidense en su testimonio.
Guaidó les habría contratado según un programa de TV
Goudreau mostró el contrato que Patricia Poleo enseñó en su programa en vivo mientras las redes y Youtube ardían por la gravedad de las revelaciones. Las firmas del líder opositor y sus asesores se leían a la perfección. En el contrato, aparece que la firma de seguridad privada de Jordan Goudreau debería recibir más de 212 millones de dólares por la Operación Gedeón, con un adelanto de un millón y medio.
El contratista denunció en el programa, mientras aparecía a través de internet, sentado en el suelo de un campo cuyo paradero no podía ser descubierto por motivos obvios, que tras un año trabajando, sus hombres y él no habrían recibido nada del dinero pendiente y prometido en esos folios; y que se siente “traicionado” por Guaidó. En ningún momento de la entrevista lo aclara, pero se sobreentiende que hace esta denuncia por el impago de la parte venezolana a sus servicios.
Además, aclara que Guaidó recibió 9 millones de dólares de EEUU para “operaciones de defensa”, lo que sumaría su falta de entendimiento ante dicha “traición” por parte de sus contratantes.
Según Goudreau, se trataba de un movimiento para “la liberación de Venezuela” y aseguró que la operación, a pesar del intento frustrado del domingo, continúa en marcha y que cuenta con 60 hombres, que estuvieron entrenándose en la frontera Colombo-Venezolana, y con “dobles agentes” en el interior del país caribeño para conseguir sus objetivos.
Habrá que ver ahora cuál será la reacción del gobierno de Nicolás Maduro, la de la Fiscalía venezolana, que ya llamó a declarar a Juan Guaidó hace más de un mes ante las acusaciones del ex militar Clíver Alcalá; y la del propio Guaidó, al que cada vez se le estrecha más el cerco de la justicia. ¿Será este el paso definitivo para que el gobierno chavista ordene su detención?
La oposición denuncia un "montaje"
En la primera reacción desde la oposición, Iván Simonovis, comisionado especial de Seguridad e Inteligencia del gobierno interino de Venezuela liderado por el autoproclamado "presidente encargado", Juan Guaidó, ha denunciado que el Gobierno "fabrica otra olla con lo que relatan en Vargas para profundizar persecución y represión en contra del gobierno interino y cualquier venezolano que se oponga a la dictadura".
Además, denuncia en una serie de mensajes publicados en Twitter la "presunta ejecución extrajudicial" de oficiales del Ejército, "verdaderos patriotas que trabajaban por restituir el orden judicial y sus cadáveres son utilizados para este falso positivo". "Sea lo que sea, hay venezolanos muerto", ha advertido.
También el exministro de Defensa y exgeneral Fernando Ochoa Antich ha apuntado que "la supuesta invasión (...) no resiste un mínimo análisis militar cierta seriedad". "A nadie se le puede ocurrir invadir, justamente, por el sitio más populoso y vigilado por las fuerzas represivas del régimen ni mucho menos con una cantidad de hombres y medios tan precarios", ha afirmado en declaraciones al diario 'El Nacional'.
"Las pruebas (...) no son convincentes. De ellas surgen dos hipótesis: la primera, una grotesca maniobra de distracción sin que hayan ocurrido los hechos; la segunda, una maniobra de distracción creada por los organismos de contrainteligencia, con la participación de agentes de esos organismos para representar esa absurda acción militar", ha apostillado.
Colombia rechaza las acusaciones
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Colombia ha lanzado este domingo un comunicado rechazando las acusaciones del Gobierno de Nicolás Maduro y al igual que la oposición venezolana ha asegurado que dichas afirmaciones constituyen un intento "por desviar la atención respecto de los verdaderos problemas que vive el pueblo de Venezuela".
"Se trata de una acusación infundada, que intenta comprometer al Gobierno de Colombia en una trama especulativa", explica el comunicado, que concluye también apelando a la comunidad internacional para que "tenga conciencia" de "los intentos reiterados" de Maduro por comprometer al país "en versiones falsas sobre supuestos hechos de fuerza".