El organismo, con sede en Londres e informantes en el país árabe, ha indicado que el número de muertos podría aumentar en las próximas horas, ya que varios de los heridos se encuentran en estado crítico.
Según el balance proporcionado por la Unión de Organizaciones de Asistencia Médica y de Socorro (UOSSM), al menos 100 personas han muerto y unas 400 han sido atendidas con síntomas de asfixia tras el supuesto ataque químico.
La inmensa mayoría de la comunidad internacional ha acusado al Gobierno de Bashar al Assad de estar detrás del ataque en la localidad, controlada por los rebeldes.
El Gobierno de Rusia, por su parte, ha afirmado este mismo miércoles que el Ejército sirio bombardeó una fábrica de armas químicas en la localidad, descartando un ataque químico por parte de las fuerzas gubernamentales.
El Ministerio de Exteriores sirio ha negado la implicación del Gobierno en el presunto ataque químico de este martes, afirmando que se trata de "acusaciones inventadas" para entorpecer la "lucha contra el terrorismo" que se libra en el país.
Veto de Rusia en la ONU
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas no ha votado finalmente este miércoles el borrador de resolución presentado por Estados Unidos, Reino Unido y Francia sobre el ataque debido a que no contaba con el apoyo de nueve de los 15 miembros del organismo.
El portavoz de la delegación rusa ante la ONU, Fiodor Strzhozhovski, ha anunciado que Moscú ha presentado un borrador propio de resolución para investigar el citado ataque.
La reunión celebrada este miércoles ante el organismo internacional ha contado con la participación del Alto Representante de la ONU para Asuntos de Desarme, Kim Won Soo, quien ha afirmado que, si bien aún no se conocen muchos detalles del suceso, podría ser el mayor ataque con armas químicas desde agosto de 2013.