Según recoge The New York Times, el obispo de 54 años es acusado de haber violado hasta 13 veces a la religiosa durante 2 dos años, la primera vez el 5 de mayo de 2014.
La monja, que pertenece a la orden religiosa de los Misioneros de Jesús, informó por primera vez a las autoridades eclesiásticas de los ataques en enero de 2017, acercándose a casi una docena de funcionarios de la iglesia, incluidos obispos, un cardenal y representantes del Vaticano. Algunos le advirtieron que esperara, asegurándole que la iglesia tomaría medidas. Otros funcionarios le prohibieron ir a la policía, dijo su familia.
"Estaba aturdida y aterrorizada por su acto. Tomé todos los esfuerzos para salir, pero fue en vano. Me violó brutalmente", relató en una carta que le envió a un representante del papa en el país asiático, el arzobispo Giambattista Diquattro.
Sin embargo, la primera reacción se produjo en septiembre de 2018 cuando otras cinco monjas, cansadas del silencio y presión de la iglesia decidieron amotinarse y acudir al Tribunal Superior de Kerala para iniciar una protesta de un día de duración. Este grupo de mujeres mostraban un cartel con la foto de 'La Piedad' de Miguel Ángel pero en el lugar de Jesús mostraban el cuerpo sin vida de una monja acompañado de un rótulo que decía: "Justicia para las monjas".
Dos semanas después de estas protestas, el Vaticano retiró al obispo de sus funciones y la policía de Kerala lo arrestó. La policía dice que él sostiene que es inocente.
Este caso es uno más dentro del problema generalizado que existe en la iglesia, el abuso sexual a las monjas por parte de los clérigos. El Papa Francisco habló de este problema por primera vez, el martes pasado después de décadas de silencio.
Estas monjas han dado un gran paso adelante evidenciando este tipo de casos y según comenta la policía del estado están recibiendo nuevas denuncias de supuestas violaciones contra sacerdotes.
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