El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha criticado este sábado la propuesta unilateral republicana para elevar el techo de deuda a corto plazo, un plan "que no solucionaría los problemas fiscales" y "dejaría la economía a merced de la política de Washington", en un discurso semanal en el que pide a los estadounidenses que recuerden al Congreso la "responsabilidad" que se le atribuye a la hora de conseguir un acuerdo entre ambos partidos.
Obama insistió en que todos los esfuerzos para impedir la entrada en suspensión de pagos de la economía estadounidense deberán tener un carácter bipartidista y representar al pueblo estadounidense en su totalidad.
"El Congreso debe hallar un punto de entendimiento común y el plan debe obtener el consenso de ambos partidos. Y debe ser un plan que yo pueda firmar el próximo martes", declaró el presidente en relación a la fecha límite para la subida del techo de deuda estadounidense, el próximo 2 de agosto.
"Tenemos que alcanzar un acuerdo antes de ese día para que nuestro país pueda pagar las facturas a tiempo. Hay muchas maneras de salir de este embrollo, pero apenas nos queda tiempo", advirtió el presidente, conforme se acerca la fecha límite pasada la cual, casi con toda probabilidad, las agencias de rating rebajarán la calificación de la deuda estadounidense.
"Y que nadie se confunda: una calificación más baja equivale a una subida de impuestos, porque pagaríamos intereses más altos. Y eso sería inexcusable. Washington sería el único responsable", agregó.
Si bien calificó los esfuerzos de consenso como "urgentes e inmediatos", Obama restó importancia a la envergadura del debate. "Sólo hace falta un simple voto. Se hizo hasta en 18 ocasiones bajo el mandato del presidente Reagan. La subida del techo de deuda otorga a los Estados Unidos la capacidad de mantener su palabra. Permite al Congreso pagar sus gastos, no ganar más dinero", explicó.
Por ello, Obama insistió en la campaña popular que inició esta semana para involucrar a la población a través de las redes sociales, y hacer presión sobre el Congreso estadounidense para alcanzar un acuerdo.
"Una ciudadana de Washington, Kelly Smith, nos mandó un correo electrónico: 'Mi casa está ordenada, pago mis facturas y soy una persona responsable. Les pido que hagan lo mismo'", leyó Obama. "La hora de anteponer el partido ha terminado. Es el momento de comprometerse en favor del pueblo americano", concluyó el presidente.