El caso de Nora Quoirin, una menor francoirlandesa con discapacidad que despareció durante unas vacaciones familiares en Malasia, sigue siendo todo un misterio y tiene muchos puntos sin resolver.
La joven llegó a Malasia con su familia el 3 de agosto para pasar dos semanas de vacaciones pero a la mañana siguiente no se encontraba en su habitación del hotel The Dusun, situado junto a una reserva natural en el estado de Negeri Sembilan.
La familia alertó de la desaparición y afirmó que la ventana se encontraba abierta. Tras diez días de operativo de búsqueda, en el que participaron más de 350 personas, un voluntario localizó el cadáver desnudo de la niña cerca de un arroyo y a unos 2 kilómetros del hotel.
El pasado 24 de agosto se inició la investigación judicial sobre la muerte de la joven, en la que testificarán un total de 64 testigos, para tratar de resolver todos los enigmas del caso.
Uno de los misterios que sigue sin resolverse en este caso y que los investigadores tratan de resolver es qué ocurrió los días antes de la desaparición de la joven. Un suceso ha llamado la atención especial de los investigadores: sus padres aseguran que en el aeropuerto, un hombre de mediana edad habló con sus hijos cuando ellos no se encontraban allí, y al volver y cuando le descubrieron, salió corriendo del lugar.
No se ha averiguado quién era este hombre ni qué les dijo a las menores y sobre todo el por qué de su marcha tan acelerada al ver a los adultos llegar.
Sus familiares apuntaron en los primeros momentos a la posibilidad de un secuestro como causa de la desaparición de Quoirin, con una discapacidad de desarrollo y aprendizaje, y dificultades físicas que le impedían moverse con facilidad.
Esta dificultad para moverse con facilidad es la que alegan para asegurar que la menor no pudo escaparse sola del hotel, como apunta la principal hipótesis, y desplazarse ella sola de noche en medio de la jungla.
Otro de los misterios se encuentra en la aparición de su cadáver, totalmente desnudo. Su ropa nunca ha aparecido a pesar de las largas búsquedas e investigaciones.
La autopsia realizada al cadáver de la joven descartó signos de violencia y apuntó a una hemorragia interna como causa de la muerte. "Hasta la fecha no hay elementos que apunten a un secuestro, ni rastros de violencia o violación (...) ni tenemos algún sospechoso", añadió el portavoz policial en una breve comparecencia televisada.
Según el examen inicial, la menor, cuya desaparición fue denunciada el 4 de agosto, murió dos o tres días antes de encontrar el cadáver a raíz de una "rotura intestinal por la falta de comida y el estrés".
Durante todo este tiempo, la Policía ha mantenido la investigación como un caso de desaparición, aunque sin descartar otras posibilidades.