Un niño de 13 años pierde una pierna al pisar una mina antipersona en una comunidad indígena colombiana

  • El menor fue atendido inmediatamente y trasladado a un hospital

  • La comunidad indígena responsabiliza al Ejército de Liberación Nacional

  • La guerrilla colombiana les mantenía amenazados desde principios de año

Un niño de 13 años ha perdido una pierna tras pisar una mina antipersona. La tragedia ha ocurrido en una comunidad indígena colombiana.

El menor fue atendido inmediatamente y trasladado a un hospital, donde fue ingresado y donde no pudieron hacer nada por salvar su extremidad. La comunidad indígena responsabiliza al Ejército de Liberación Nacional, la guerrilla colombiana, que les mantenía amenazados desde principios de año. Denuncian que sus territorios están minados desde 2019 y piden ayuda internacional para que no se vuelva a repetir una tragedia como esta.

Los padres de un niño fallecido dan las gracias a la Ertzaintza por su "empatía"

Los padres de un menor de once años que falleció el pasado 11 de febrero tras caerle encima un trozo de una fachada en la calle Baranda de Vitoria, han remitido una carta a la dirección de la Ertzaintza en la capital alavesa en la que dan las gracias a todo el cuerpo y, muy especialmente, a los dos agentes que les acompañaron ese día, por su "inteligencia emocional y empatía, que superó por mucho lo que la profesionalidad exigía".

En la misiva, a la que ha tenido acceso Europa Press, los padres del menor relatan que desde que llegaron al Hospital de Txagorritxu, donde los médicos intentaron durante una hora salvarle la vida, sin éxito, dos ertzainas estuvieron "en todo momento" junto a ellos, por lo que han querido agradecer "de todo corazón su comportamiento y su ayuda".

"Sabemos que es vuestro trabajo y demostraron una gran profesionalidad, pero lo que queríamos destacar por encima de la profesionalidad fueron los extraordinarios valores humanos que nos mostraron: nos ofrecieron ayuda para todo lo que pudiésemos necesitar, nos acompañaron con mucho cariño y tacto, nos dejaron intimidad cuando nos hizo falta y nos acompañaron cuando hacía falta", relatan en la carta.

En este sentido, destacan que los dos ertzainas demostraron una "inteligencia emocional y una empatía que superó por mucho lo que la profesionalidad exigía".

Por todo ello, la pareja trasmite su agradecimiento a toda la Ertzaintza y, muy especialmente, a los dos agentes que les acompañaron "ese terrible día". "Álvaro y Alberto, gracias de todo corazón", señalan.

También expresan su agradecimiento por el hecho de que al día siguiente les entregaran en su domicilio y en persona un ramo de flores por parte de la Ertzaintza, así como todos los mensajes de ánimo y de cariño que les transmitieron, por lo que concluyen que en el "corazón de la familia" siempre tendrán un lugar.