Un niño de siete años muere atropellado por un autobús escolar cuando le dejaba en su casa
El pequeño Samuel Barker murió por las "lesiones catastróficas" que le causó el impacto con el vehículo
El autobús escolar se había adelantado al horario previsto y la madre del niño aún no había salido a su encuentro
El conductor "escuchó un golpe" y creyó que el minibús había golpeado la acera
Un niño de siete años falleció tras ser atropellado por el autobús escolar que le había traído a casa desde el colegio. El pequeño Samuel Barker murió por las "lesiones catastróficas" en la cabeza que sufrió tras chocar el vehículo contra él cuando se alejaba, en frente de su casa en una estrecha carretera rural en Monmouth, Gales del Sur.
Según la investigación del suceso, ocurrido en enero de 2020, el autobús se había adelantado al horario previsto, lo que significa que su madre, Cat, aún no había ido a su encuentro. Cuando salió de la casa, al principio solo vio al hermano de Samuel, antes de ver a este acostado de lado. "La señora Barker supo al instante que Samuel había sufrido heridas catastróficas", explicó Sarah Le Fervre, forense adjunta de Gwent, según 'The Sun'.
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Samuel y su hermano "abrieron y cerraron las puertas del minibús ellos mismos" antes de que el conductor habitual John Bevan se fuera. Este testificó que "escuchó un golpe" mientras se alejaba, aunque supuso que era el minibús golpeando la acera. Sin embargo, en realidad el pequeño había atrapado debajo del vehículo.
Muerto antes de que llegara la ambulancia
Samuel, que tenía dos hermanos, había muerto antes de que llegaran los equipos de ambulancia a la A466 Hereford Road. Catherine Jones, directora de la escuela de la Iglesia de Osbaston en Gales, dijo: "Estamos muy tristes por la pérdida de nuestro alumno. Este encantador niño era una gran parte de la vida escolar, animado y siempre sonriente. Toda la comunidad escolar está aceptando esta trágica noticia y guardamos nuestros recuerdos de un niño muy popular, lleno de carácter y energía. Todos lo extrañaremos profundamente".
Al rendir homenaje a Samuel, su familia dijo que tenía una "personalidad brillante y un sentido del humor alocado". "Siempre estaba en movimiento, un niño feliz y activo que amaba los coches de juguete, trepar árboles, el aire libre y especialmente el esquí y los remontes", agregaron. "Como familia, nuestra fe en Jesús nos sostiene. Si bien desearíamos haber tenido más tiempo con Samuel, sabemos que ahora está con el Señor Jesucristo en paz eterna".