Conmoción en Australia por el suicidio de una niña de 11 años tras quedar su violador en libertad

  • El violador de Annaliesse, de 11 años, fue excarcelado bajo fianza

  • La menor sufría abusos sexuales dese hace seis años

  • El hombre, de 66 años, un conocido de la familia

La sociedad australiana está conmocionada. Una niña de 11 años, Annaliesse Ugle, que había sido víctima de abuso sexual, se ha suicidado poco después de que su violador, de 66 años, fuera puesto en libertad en la ciudad de Perth.

El acusado, detenido en el mes de septiembre, había sido imputado por numerosos cargos contra menores de edad, pero finalmente fue excarcelado bajo fianza el mismo día que se presentó ante la Justicia.

Annaliesse Ugle, de origen indígena, sufría abusos sexuales desde hace seis años, desde que tenía cinco. La madre de la pequeña asegura, según recoge el diario 'The West Australian', que su hija estaba traumatizada y que “no se sentía segura” con el violador en libertad. La progenitoria cuenta también que la niña, la segunda de cinco hermanos, tenía "una personalidad encantadora, era alegre y extrovertida”.

Antes de su muerte, la niña fue llevada de urgencia a un hospital con heridas autoinfligidas que se había realizado en su casa de la comunidad aborígen Noongar, al sur de Perth, según recoge la edición australiana del diario 'DailyMail'.

Por el momento, no se ha difundido la identidad del violador de Annaliesse Ugle, pero medios locales recogen que, según fuentes policiales, se trataría de un hombre conocido de la familia de la menor y que se enfrenta a casi una docena de cargos, incluidos la penetración sexual de una menor de 13 años y el trato indecente.

Familiares de Annaliesse piden justicia

Los familiares de la pequeña expresan su deseo de que se dé visibilidad al caso. Una de las tías de la menor cuenta que "quieren que se conozca el caso. Que se escuche".

¿Un cambio de ley?

A pesar de todos los esfuerzos para erradicarlo, el abuso sexual infantil en Australia sigue siendo una enorme preocupación, sobre todo en ciudades pequeñas.

La organización australiana para la prevención del suicidio y la recuperación de traumas (National Suicide Prevention and Trauma Recovery Project) indica que la decisión de la puesta en libertad fue un error. Apunta, además, que las leyes para aquellos acusados de crímenes sexuales necesitan ser endurecidas y que "la policía también tiene que hacer mucho más para asistir a las familias más vulnerables".