Una niña de siete años se transforma de testigo del asesinato de su hermano de dos años a acusada
El juicio ha abierto una nueva narrativa por las 'inconsistencias' en el relato de la niña
Durante un juicio en Washington (EEUU) del pasado jueves la testigo clave, una niña de 7 años, ha pasado a convertirse en acusada por la defensa del asesinato a un bebé de 2 años, su hermano.
El bebé fue golpeado hasta morir, el fiscal acusa a James Embre de 26 años, el novio de la madre pero la acusación ha apuntado hacia la madre, la hermana o ambas. Durante el día del asesinato, el 17 de abril de 2018 Embre "estaba enfadado por tener que buscar al niño de la guardería y, después, cuando estaba con la madre fumando marihuana y jugando a los videojuegos, porque el niño no dejaba de llorar. Fue entonces cuando se levantó con cara de loco" relataba la niña en el juzgado según recogió The Washington Post.
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Mientras la niña testificaba le costó centrarse y se confundió relatando algunos sucesos, esto lo usó la defensa para alegar inconsistencias muy relevantes para el caso: al principio la testigo aseguró que no le había pegado Embre, después el acusado golpeó a su hermano en la espalda, en otro relato que en vez de la espalda le dio en el estómago y después volvió a decir que nunca les golpeó.
Además, el abogado del acusado abrió una nueva narrativa, las culpables podrían ser la hermana: "una niña muy perturbada que tenía la costumbre de lastimar a Ace" asegurando que una vez su madre dijo a las autoridades que la niña golpeó en el ojo a su hermano. Pero también podría ser la propia madre por su historial con las drogas, enfermedades mentales y maltrato durante su infancia.
Los hechos por el momento son que la llamada al 911 la hizo la madre y justo después salió corriendo de la casa buscando un oficial, una cámara grabó cunado la madre preguntaba a su hija qué había pasado y si había sido Embre, la niña en un primer momento no respondió. Luego contó que había sido Embre quien golpeó a su hermano y amenazó con que no podía decirle nada a su madre. De acuerdo con la autopsia, el niño tenía fracturas en las costillas y evidencias de contusiones previas.
El juicio continua, y ahora será la madre la que testifique durante los próximos días.