Laura Arber, una mujer de 32 años, ha denunciado a través de las redes sociales la desagradable experiencia que vivieron al comprar la cena en un restaurante de comida rápida, ubicado en Aldershot, Hampshire, Reino Unido.
La mujer había llevado a tres de sus cuatro hijos al restaurante para recoger el pedido, que se iban a comer en casa, donde sucedió el terrible descubrimiento. Mientras cenaban, Maddie, de seis años, comenzó a ahogarse al comer uno de los 'nuggets'.
Su madre le metió las manos en la boca para retirar lo que tuviese y que pudiera respirar, y en ese momento se dio cuenta de que era un trozo de mascarilla. Al mirar a la caja de los trozos de pollo rebozados, descubrió que había otra de estas mascarillas quirúrgicas en el interior de otro de los trozos de la caja de 20 que había comprado.
La mujer ha lamentado los hechos en la web The Sun, donde ha asegurado que su hija podría haber muerto por esta grave negligencia. La madre decidió acudir al establecimiento para hablar con el responsable y pedir explicaciones, pero en el local aseguraron que allí no se cocinaban estos 'nuggets' sino que venían precocinados.
La madre ha denunciado en sus redes sociales que la empresa no hizo nada al respecto y que continuaron vendiendo el resto de 'nuggets' a los clientes.
Un portavoz de la multinacional ha lamentado lo sucedido, asegurando que la seguridad de la comida es muy importante para ellos. Además, aseguran que pidieron perdón a la clienta y que le solicitaron el producto para aislarlo y poder iniciar una investigación sobre lo sucedido.