El director del NHS británica, Stephen Powis, ha criticado a Gwyneth Paltrow por promover métodos que incluyen una dieta cetogénica y el ayuno para abordar el covid prolongado. La estrella de Hollywood, convertida en gurú del estilo de vida, reveló recientemente que había tenido covid, lo que la dejó con 'fatiga y niebla mental'. Desde entonces, la joven de 48 años se ha embarcado en un régimen 'cetogénico y basado en plantas', sin azúcar ni alcohol, y ayuna hasta las 11 todos los días
Pero el profesor Stephen Powis, director médico nacional del NHS en Inglaterra, no parece estar muy de acuerdo con esa dieta y ha apostado por la ciencia seria no sin antes criticar a la actriz al señalar que "los influencers tienen una responsabilidad. Al igual que el virus, la desinformación traspasa fronteras, muta y evoluciona". Más claro agua. "YouTube y otras plataformas de redes sociales tienen una verdadera responsabilidad y una oportunidad aquí. En los últimos días, he visto que Gwyneth Paltrow está sufriendo los efectos de covid. Le deseamos lo mejor, pero algunas de las soluciones que recomienda no son realmente las que recomendaríamos en el NHS. Necesitamos tomarnos en serio el coronavirus y aplicar ciencia seria".
Paltrow manifestó que tenía un plan de curación a largo plazo. "Tuve covid y me dejó algo de fatiga y niebla mental. En enero, me hicieron algunas pruebas que mostraron niveles realmente altos de inflamación en mi cuerpo. Todo lo que estoy haciendo es como un regalo para mi cuerpo. Tengo energía, hago ejercicio por las mañanas y hago un sauna de infrarrojos tan a menudo como puedo, todo al servicio de la curación. Un beneficio secundario es mi piel, lo que me hace feliz y me hace querer duplicar aún más el cuidado de la piel. ¡Hagamos de 2021 el año en el que nunca necesitará maquillaje, gente!", decía la actriz.
Paltrow arrasa con la compañía Goop, ahora convertida en toda una empresa valorada en 230 millones de euros. Empezó siendo una newsletter en la que la artista daba recomendaciones de estilo de vida y viajes, publicaba entrevistas con otras personalidades o compartía recetas de comida sana y ahora ya da consejos de vida, vende ropa, perfumes, zapatos, joyas o velas y donde organiza hasta sesiones para suscriptores (cada inscripción cuesta entre 500 y 1.500 dólares).
Ya sabe lo que es tener que pagar una indemnización por promocionar dos huevos vaginales que en teoría ayudaban a equilibrar las hormonas y regulaban el ciclo menstrual, y un extracto floral que, según prometían, "ayuda a prevenir la depresión". Otra cosa son los perfumes con nombres exóticos, alguno que promete ser el aroma de su vagina o sus consoladores, que vuelan.