Las cenas de negocios y las nuevas modas occidentales disparan el consumo de alcohol en China

  • La población china mayor de 15 años consume una media de 7,2 litros de alcohol puro al año

  • Al rededor de 300.000 chinos mueren al año de problemas relacionados con la bebida

Isidro es español y se plantea no volver a pasar el Año Nuevo chino en casa de su familia política en la provincia de Guizhou. Además, intenta evitar también cenas de empresa. “Es excesivo; al principio es curioso ver la cantidad de alcohol que se bebe, pero acaba siendo agotador”, asegura, una opinión que comparten muchos extranjeros que trabajan en China.

El consumo de alcohol es algo casi obligatorio si se acude a reuniones familiares, de negocios o con autoridades. Mostrar respeto es esencial y una de las formas tradicionales de hacerlo es brindando con baijiu, el equivalente chino del aguardiente, hecho normalmente a base de arroz. La ceremonia requiere brindar decenas de veces con todos los presentes en unas veladas que se alargan botella tras botella y de las que es habitual que muchos salgan etílicos.

Incremento del consumo de alcohol

El consumo de alcohol está aumentando a medida que China crece económicamente y aumentan sus relaciones con el resto del mundo. Si hace años su ingesta se reducía casi exclusivamente a estos eventos sociales y empresariales donde el alcohol es un mero método de relación social y su tipo y calidad importan poco, en las últimas décadas las nuevas clases medias se interesan también por distintas variedades de productos e importan nuevos hábitos de consumo de Occidente.

Ahora es habitual, especialmente entre las generaciones jóvenes, beber también en casa o en bares con el simple objetivo de divertirse. Esto ha hecho que la producción, el consumo y la importación de bebidas alcohólicas hayan crecido.

Esta transformación social está haciendo que el mapa mundial de consumo de alcohol cambie. Los países asiáticos, con China a la cabeza, beben cada vez más, al tiempo que Europa lo hace cada vez menos.

Entre los países con más muertes relacionadas con el alcohol

Según el último estudio de la Organización Mundial de la Salud, de 2016, la población china mayor de 15 años consume una media de 7,2 litros de alcohol puro al año, 11,7 los hombres y 2,5 las mujeres. Aunque si se tiene en cuenta solamente la población que bebe habitualmente -el 58% del total-, los litros ingeridos alcanzan los 17 y los 6, respectivamente.

Estas cifras, que todavía no alcanzan las de los países desarrollados, se han disparado, sin embargo, desde los años setenta y han producido un aumento del alcoholismo y de las muertes asociadas con el consumo. De hecho, el 40,7% de los que beben habitualmente admite que realiza una ingesta excesiva. Este incremento y la gigantesca población de China han hecho que el país se sitúe entre los primeros puestos del mundo en cifras de muertes relacionadas con la bebida: alrededor de 300.000 al año.

El perfil del consumidor: hombre y de mediana edad

Tradicionalmente, la ingesta de alcohol en China ha sido cosa de hombres. Aunque las cifras de consumo actuales muestran que cada vez son más las mujeres que beben, sigue habiendo una fuerte diferencia entre sexos.

La OMS calcula que el 4,4% de la población adulta china, unos 50 millones de personas, presenta trastornos relacionados con el alcohol. En el caso masculino, esta cifra crece hasta el 8,4%, mientras en el femenino, es tan solo del 0,2%. La ratio entre hombres y mujeres con dependencia del alcohol es de 42:1, significativamente mayor que en los países occidentales.

La edad de los consumidores habituales de alcohol es otro factor que diferencia a China de Europa. Mientras en muchos países desarrollados las cifras más altas se dan entre los jóvenes, en China son las personas de mediana edad las que más beben. En muchos casos, esto se debe a la necesidad de beber para mejorar y mantener las relaciones en el entorno laboral. Cerrar un negocio o caerle bien al jefe exige una buena capacidad de aguante frente al alcohol.

Tanto es así, que una de las medidas del gobierno que más impacto tuvo en el consumo de alcohol fue la campaña anticorrupción de 2013, cuando se prohibieron los regalos a trabajadores públicos, lo que hizo descender significativamente las ventas de bebidas.

La laxitud en las normas de consumo entre los menores de edad o de las leyes de tráfico ha facilitado durante años el aumento de los problemas derivados del alcohol en China, algo contra lo que el gobierno se ha comprometido a luchar.

Intolerancia al alcohol

El fuerte crecimiento del consumo se da en una sociedad en la que, paradójicamente, las cifras de intolerancia al alcohol son elevadas. Se calcula que un tercio de la población de países como China, Japón o Corea del Sur sufre una deficiencia de aldehído deshidrogenasa, una enzima que ayuda a metabolizar el alcohol. Esta condición, poco común en el resto del mundo, es conocida por provocar rubor y la aparición de manchas rojas en la piel y, en los casos más extremos, náuseas, taquicardia y dolor de cabeza.