Una mujer de 32 años de Brasil se ha convertido en la primera madre de una bebé sana gestada en el útero trasplantado de un cadáver. Siete meses después del trasplante, los médicos le implantaron uno de sus óvulos fecundado. El resultado es una pequeña de la que no sabemos el nombre pero sí que nació en septiembre de 2016 y que pesó 2,5 kilos. Hasta el momento se habían intentado 10 trasplantes con donantes fallecidas, todos sin éxito.