Mursi descarta dimitir y achaca la violencia a simpatizantes del régimen de Mubarak
EUROPA PRESS
30/06/201320:12 h."Si cambiamos a alguien que fue elegido según la legitimidad constitucional, habría gente que se opondría a ese nuevo presidente y una semana o un mes después pedirían su dimisión", aseguró.
Para el presidente Mursi, las críticas contra esta legitimidad "no tienen cabida", pero sí "puede haber protestas en las que la gente exprese sus opiniones". "Lo que es imperativo es la adopción y aplicación de la Constitución. Ese es el punto crítico", indicó el dirigente egipcio.
Además, Mursi denunció a los canales privados de comunicación por exagerar la intensidad de las protestas, iniciadas a su vez por "oficiales leales" al ex presidente Mubarak.
"Los medios han escogido pequeñas situaciones de violencia que han magnificado para que parezca que el país entero está sumido en la violencia". Mursi desmintió que las protestas hayan aparecido de manera natural, sino que obedecen a la acción de "los restos del antiguo régimen".
"Tienen dinero, que consiguieron a través de la corrupción, y han usado este dinero para intentar que el antiguo régimen regrese al poder, a través del pago a matones para que generen violencia", declaró Mursi, quien se mostró convencido de que "en términos generales, toda revolución tiene sus enemigos y en este caso hay quien intenta obstaculizar el camino del pueblo egipcio hacia la democracia".
No obstante, Mursi admitió su error al aprobar la modificación de un decreto constitucional que le proporcionaba amplios poderes, y que anuló poco después. El decreto "contribuyó a que la sociedad se hiciera con una idea equivocada", reconoció, si bien aclaró que personalmente no tuvo que ver en la modificación de la Constitución, impulsada más bien por los Hermanos Musulmanes, la base de su partido.
"No soy yo quien cambió el artículo. No fui yo quien interfirió en el trabajo de la Asamblea Constitucional. Desde luego que no", apuntó.