Los 230 muñecos fueron comprados en internet e intervenidos por los agentes de fronteras que los pasan directamente a la Policía, según el Independent . Son fabricados con un parecido a un niño en tamaño, características y peso y su destino es el circuito de los pedófilos.
Las autoridades británicas han emitido nuevas guías legales para ayudar a presentar cargos contra los importadores de este tipo de producto, además de informar de posibles penas de cárcel de hasta siete años para los que las compren
En Reino Unido no existe ninguna ley que declare ilegales la compra de muñecas sexuales con apariencia de niña, aunque la nueva guía podría ayudar a los fiscales a utilizar las leyes existentes para clasificarlas como "obscenas "y aplicar la legislación existente con condenas de cárcel.
Algunos fabricantes de estas muñecas sexuales se han justificado explicando que ayudan a prevenir que los pedófilos cometan delitos sexuales contra niños, algo que muchas organizaciones rechazan por la falta de estudios serios sobre el tema. Incluso, aseguran que muchos de los compradores de estos objetos tienen condenas por pedofilia.