Todo empezó cuando Rachely Santiago, la madre de los niños, puso una denuncia. En ella contó que a las 10:13 aproximadamente un desconocido mandó un mensaje a sus hijos diciéndoles que se acercaran a su casa a recoger el perro que se les había perdido.
Los menores se acercaron al sitio indicado, que resultó ser una casa abandonada. Allí, al parecer, fueron secuestrados por el sujeto quien los acordonó con cinta adhesiva y los amarró de manos y pies, impidiéndoles con eso su huida.
Cuando las autoridades policiales de Puerto Rico comenzaron a investigar se percataron de que la información que habían recolectado no encajaba con el testimonio de la mujer. La policía finalmente descubrió que el secuestrador de los niños había sido su propio padre, es decir, la pareja de la mujer que había puesto la denuncia.
La supuesta casa abandonada era el lugar en el que vivía la pareja con los menores. Ambos se encontraban en la casa casa con los niños y fueron los que los castigaron y golpearon, tal y como recoge 'La República'.
El niño no presenta traumas físicos visibles, pero la menor de 12 años tiene un golpe en el rostro y una cortadura en el tobillo izquierdo. Después de que la madre fuera detenida, los menores fueron trasladados al Departamento de Familia, quienes tienen su custodia provisional.
La pareja de esta mujer no ha sido arrestado hasta la fecha. No obstante, la investigación ha tomado su curso y se espera las declaraciones juradas a las víctimas.